K. Odriozola

La ertzantza y la tortura. Yo acuso.

Hemos asistido hace poco a un verdadero revuelo mediático a cuenta de que Sortu se ha concentrado también ante la Ertzantza, por los casos de torturas  de 311 personas que con nombres y apellidos han denunciado haberlos sufrido.

 

El Sr. Urkullu y el Sr. Jonan Fernandez no han dudado en clamar al cielo, escandalizados por según ellos, la mentira que ello conlleva.

Dicen Urkullu y Jonan que la Ertzaintza no ha torturado, que no hay ninguna sentencia firme, que todo es distorsión interesada de Sortu, por intereses políticos.

No me voy a centrar demasiado en los 311 casos de denuncias que han tenido Simplemente quiero recordar que tortura no es solo la bolsa, los electrodos, las cuclillas, el quirófano; que todo aquello que violentamente trata de quebrar la voluntad en la declaración policial es tortura, como así se fija en el legislación internacional. Y me consta que la Ertantza ha actuado así más de una vez, y muy probablemente más que en los 311 casos de denuncias que ha tenido.

En cualquier caso, me quiero centrar en otro aspecto. Hay más de 5.000 denuncias de torturas (que en este caso sí tienen credibilidad para Urkullu y Jonan Fernandez), practicadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil.

¿No sabía la Ertzantza que la Policía Nacional y la Guardia Civil torturaban? ¿No sabían que en Intxaurrondo, en la Salve, en las comisarias de la Policía Nacional se torturaba?¿No sabían que sistemáticamente a los vascos y vascas detenidas y trasladadas a Madrid con la aplicación de la ley antiterrorista les torturaban?

¿No tenían indicios, sospechas de que la Guardia Civil y la Policia nacional torturaban?

Y ¿Qué hicieron para evitarlo?¿ Qué hicieron para investigarlo? ¿Cuántas escuchas telefónicas solicitaron para recabar pruebas?¿Cuántas realidades físicas ocultaron? ¿Cuántas cámaras pusieron en sitios donde se torturaba? Y, ¿por qué no lo hicieron si siendo como son una policía integral tenían la obligación legal y moral de hacerlo?.

Pòr menos de eso, les han acusado y condenado a muchas de colaboración con banda armada y esto es un caso claro con omisión y prevaricación de colaboración con el delito de la tortura. Es más, me atrevería a decir que es colaboración necesaria, que en la legislación conlleva la misma responsabilidad que la de autoría, porque no me cabe la menor duda de que si la Ertzantza hubiera investigado no hubiera tenido la más mínima dificultad en encontrar pruebas fehacientes y abundantes para demostrar en cualquier judicatura de que aquí se torturó y muchísimo. Y eso supondría su erradicación. Es decir, sin su colaboración no se hubiera podido producir.

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