Lo que sucede en el Principat urge que se conozca en otras esferas que persiguen políticas de emancipación y de libertad política. El diario digital 'El Món' ha tenido el gran acierto de publicar un escrito de la señora Paula Dreidemie, que se presenta enseñando los sobacos, con las identidades que ella escoge: de escritora y dominatrix. De la misma forma que hace unos años lancé un aviso de que el turismo descontrolado no era ninguna broma, ahora lanzo una alerta respecto a la colonización intelectual que llega de otros continentes pasándose por víctima.

Destaca en su escrito que evita circular por las zonas donde más catalanes encuentra en la ciudad. Es su libertad personal y no hay nada que decir, lo mismo que en mi casa no entra cualquiera. La dominatrix tiene un brillante futuro como escritora de ucronías en su excelsa prosopopeya histórica, desconoce que el filósofo Léon-Louis Grateloup considera que la historia es tributaria de una mirada subjetiva sobre el pasado humano. Se sabe que un error del marxismo es el historicismo, para llegar a un conocimiento en profundidad del devenir histórico se necesitan otras ciencias como la antropología, la filosofía, el arte, la economía, en fin, con todo este bagaje se consigue un mero esbozo de la realidad humana, lo señalo precisamente para las sabiondas.

El cómic histórico que presenta del Principat destaca que fue una potencia colonial, me imagino que superior a la romana, y que sigue en ello, insiste esta dominatrix. Le entusiasma asimilar a los madrileños con los catalanes, como siameses que no se separan. De todas formas, supongo que conoce a todos los madrileños, ya que a todos los catalanes, si los evita, encuentro complicada semejante aseveración.

Franco, sin saberlo hacía una mirada antropológica de España cuando destacaba los coros y danzas de la Península y la riqueza de tal aporte, y sigue con el mismo argumento el Monarca actual. No son los independentistas quienes afirman que en el mismo espacio conviven culturas diferentes: Gibraltar, donde se habla un andaluz muy simpático, Andorra, Portugal, Galiza, Euskal Herria, Països Catalans, en fin, una gran variedad de culturas y de trayectos construidos y que siguen en ello.

Sus conocimientos de los flujos económicos actuales son un tanto flojos. Considera Agbar, como el puño del imperialismo catalán actual, cuando la propiedad mayoritaria es el grupo mundialista francés Suez, en la que hay infinidad de inversores argentinos, ya que en todas estas trasnacionales su identidad es ganar dinero. De todas formas, esta dominatrix, que desconoce lo que es la introspección de un Estado que lleva más de 200 años de libertad histórica, quiere dar lecciones cuando lleva a cuestas al peronismo y a Milei, y tiene suficiente energía para seguir siendo lacaya del poderoso y pisar al oprimido que se quiere emancipar.

Como la paciencia del supuesto lector, la educación señala que hay que marcar un límite. Desconozco si sabe algo de la Semana Trágica: el estallido fue debido a que secuestraron a la juventud del Principat para ir a luchar y a morir al Norte de África, y encima estaban mal vistos como catalanes, porque no eran suficientemente patriotas.