Isidoro Berdié Bueno
Profesor en Ciencias de la Educación, Doctor en Historia y Doctor en Filología Inglesa

La Manada, ¿los astados? «Animal farm», George Orwell

Violar las leyes de la ciudad es ir en busca del desastre. Para Heráclito ley y razón deben caminar juntas, esto determinará si una ciudad es justa o no. Cada parte de la sociedad debe cumplir con su cometido, eso producirá armonía, precisa además de respeto a la ley y tolerancia general. La Justicia coordina a las otras virtudes para entre todas conseguir el Bien Común, sin la Justicia, las virtudes se transformarían en lo contrario, de virtudes en vicios, y se perdería el sentido del Bien Común, el único que en verdad garantiza la supervivencia de la especie humana.

Señor director del diario GARA, zer moduz? Son 39 los articulos que desde hace un año, llevo publicados en su periódico, son 39 momentos sublimes de felicidad, ¡y vive Dios! que hubiesen sido muchos más, ¡a fe mía!, si mi salud, no mi cerebro ni mi voluntad, me lo hubiese permitido. Por ende, este artículo número 40 lo tenía dedicado a felicitar y agradecer a usted y al diario que tan magníficamente dirige, porque ningún otro periódico, escribo en varios más, me da ni representa de lejos, su libertad de expresión plena, pero sustentada esta en el silogismo y en el raciocinio aristotélico o cartesiano. De otro modo tendríamos a los «plumillas subvencionados» y «ganapanes» que vemos en los otros diarios europeos y americanos, daríamos cancha a los delirios y estupideces de cualquier piernas mesiánico o político «sonado», falaz, mentiroso y vividor.

En GARA no se mercadea ni se compran a kilo los votos, ni existen los sicofantes (abogados en la democracia ateniense que extorsionaban a la gente de bien, bien situada, sirviéndose de la ley, como en España hacía el sindicato Manos Limpias), GARA concibió la democracia como un sueño hacia adelante, ahora constata que se trata de un sueño hacia atrás, por eso este diario sencillamente, trata de demostrar y cumplir un programa con su ejemplo, y que el elector decida. A esto yo lo llamo: nobleza de proceder. ¡Vive Dios!.

"Dominus" director de GARA, ya me pronuncié en la desproporcionada petición del fiscal sobre la actuación de unos jóvenes en Altsasu, y proponía se zanjase con un apretón de manos, como hacían los hombres de mi pueblo, cuando yo era niño, como vi hacer a mi padre, como hacia mi abuelo y el padre de mi abuelo. Nadie entonces solía recurrir al cuerpo de los togados, por caros, soberbios y estirados.

Ahora con lo de la manada, que ellos mismos se autodenominaron, no engañaban a nadie, para mi la cosa está bien clara. De común acuerdo toda la sociedad la aceptó esa denominación: «manada» a los entes que protagonizaron unos hechos en las fiestas de San Fermín, dándoles la categoría de animales, y no como personas, entes humanos. Ahora, ese gran colectivo social han llevado a unos astados (la manada), no a la "Granja de Animales", de George Orwell, como se demandaba en pura lógica y analogía, y aplicarles el código penal y civil existente allí, por y para la granja.

Lo ve hasta un ciego, mas no un cerebro sin neuronas, estaremos de acuerdo en que a San Fermín, aparte de los astados que se lidian en la plaza, van también otros astados con un solo cuerno: «unicornios», solo que los citados llevan el cuerno en la entrepierna, pero son unicornios, también astados y manada, no se les puede aplicar el código civil y penal de los androides. Por ende, el juicio está fuera de lugar, el veredicto una temeridad, la plebe, el paisanaje que se convulsiona y grita y parece reclamar la Ley de Lynch contra los astados, no es momento de analizarlo. La mascota que tengo en casa ha caído en depresión y se niega a salir a la calle no caiga en manos del paisanaje que le aplique la Ley de Lynch o, aun siendo ella un animal, la lleve ante un tribunal de androides togados y estirados. Ah, en su delirio, me pregunta constantemente si el malvado juez estrella Basaltar Gansón esta todavía en activo. Mi gata «pisica» (en rumano) es una emigrante integrada, y por nada del mundo volvería de nuevo a su país. A mi gata le leo los articulos que luego envió a la prensa, veo en sus ojos que entiende lo que le digo y que su cerebro trabaja como el de un androide. Y se llama... Representa la antítesis de la manada, le he advertido que ella sí que podría ser juzgada por el código penal androide.

La masa, la plebe (en alemán), el «lumpen» (según Marx) no cabe duda, es otra manada; masa en inglés: "mob", viene del latín "massa mobilis" cuyo significado sería conjunto de personas en movimiento, esta masa o manada es la misma que en domingo de ramos vitorea a Cristo y pone sus túnicas en el suelo, para que aquel las pise, pero días más tarde, en la plaza del lugar, en Viernes Santo, pide la crucifixión para él. Como nota curiosa, añadir que esta reflexión me la hizo Bernabé, año 1977, un exiliado anarquista, exmarino mercante, autodidacto, que nunca fue a la Escuela, y que leía la Biblia en castellano, y en lengua vernácula al filósofo alemán, antiestado y anarquista Nietzsche.

Esta masa, constatamos, que se ceba con unos astados, y pasa sin ver la diferencia que se hace de la justicia, y que lo denuncia la novela inglesa contemporánea, entre los «upstairs» y los «downstairs», la vara de medir que hay para la gente de arriba: Junta de Andalucía, los Gürtel, Convergencia en Cataluña, tarjetas Black, Caja B de los partidos, la mordida del 3% y más en la oferta de la obra pública en la que todos los partidos que han tenido poder están manchados, unos ya demostrado, otros por demostrar, así ¿qué pintaba el despacho de Juan Guerra en la Junta de Andalucía?

Dejamos ahora la caricatura, la metáfora, la «doxa» (la opinión) y pasamos a la «episteme», pura ciencia que nos trae el filósofo Platón, algo influenciado por el también filósofo Heráclito, en el epígrafe: "Concepto de Justicia" en la República, utópica que el creó. Una de las ideas legadas por la cultura griega a la cultura política universal es la de que el alma de la «polis» y de su comunidad es la Ley («nomos») y la Justicia («diké»), por todo ello, el pueblo debe combatir por la ley como por las murallas de su ciudad. Todas las leyes se nutren de una sola, la divina, el «logos», que gobierna y coordina la naturaleza de todas las cosas.

Siglos más tarde, el filósofo italiano G. Vico nos dirá que «Ius» Derecho, viene a significar la voluntad de Júpiter. Violar las leyes de la ciudad es ir en busca del desastre. Para Heráclito ley y razón deben caminar juntas, esto determinará si una ciudad es justa o no. Cada parte de la sociedad debe cumplir con su cometido, eso producirá armonía, precisa además de respeto a la ley y tolerancia general. La Justicia coordina a las otras virtudes para entre todas conseguir el Bien Común, sin la Justicia, las virtudes se transformarían en lo contrario, de virtudes en vicios, y se perdería el sentido del Bien Común, el único que en verdad garantiza la supervivencia de la especie humana.

Y como colofón a este escrito, no puedo dejar de mentar el alejamiento del peligro a una tercera guerra mundial por el cambio de comportamiento del líder de Corea del Norte hacia los EEUU, que ha pasado de amenaza nuclear y dispuesto a la guerra con Trump y sus aliados, a darse besos y abrazos de la noche a la mañana, sin ningún «foreplay» o «petting» (juegos amorosos) previos que nos pudieran dar alguna pista de lo que se iba a cocer. Si le sirve de ayuda al lector para entender este circo, pueden leer en GARA mi artículo de 17 ago 2017 "El horóscopo de China es un dragón. Triunvirato".

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