Iulen Lizaso Aldalur

Nos debe democracia

Disponer de los medios de información es el más importante plus de poder para quienes su mayor afán es el dominio de esas mentes permeables.

La fotografía del hacer humano en todo lo que nos rodea por tierra, mar y aire es, la de un espacio estelar convertido en chatarrería flotante, océanos y mares convertidos en basurero de plásticos, una biosfera convertida en vertedero de gases tóxicos (generados principalmente al mantener estratégica e inncesariamente una tecnología obsoleta e insostenible para movilidad viaria motorizada), y grandes concentraciones de granjas animales con destino último a ser sacrificadas para alimentación humana.

Asemejable, a la «neurografía» resultante de escanear la mente de quienes en labores de gobierno, anteponen sus intereses corporativos y sectarios al bien de la humanidad y del planeta, sin reparar en medios para alcanzar sus fines. Aún en el siglo XXI al invadir, derrocar, guerrear y boicotear económicamente a países productores de petróleo no alineados con los intereses de gobiernos occidentales; chantajean al resto para bloquear y desabastecer de necesidades vitales sembrando discordia y caos social. Destruir sus economías promoviendo el boicot comercial y relaciones hostiles en el entorno y dentro del mismo país.

Inmensidad de ciudadanos con sus cerebros impregnados de ese lodo político-intelectual, desprovistos del «impermeabilizante» liberador que otorga el saber y pensamiento autónomo. Hoy mas que nunca, convertidos en sumideros de información manipulada hasta la deformación de la realidad, inundados por la riada mediática al servicio de la gobernabilidad globalizadora... y votan y ganan.

Disponer de los medios de información es el más importante plus de poder para quienes su mayor afán es el dominio de esas mentes permeables, y a su vez condenar al mutismo, cuando no a la «defenestración» profesional, a esa disidencia minoritaria desalineada de la progresiva infamia político-oligárquica que en el estado español fuerzan resoluciones judiciales por acción y omisión y pretendían involucionar hasta épocas predemocráticas con riesgo irreversible de sumirnos en un colapso cívico-político propio de autocracias parlamentarias.

Prueba de ello son los cada vez mas casos que se les «escapan» del manto de silencio mediático negociado dentro de la tupida red que circunda las cloacas político-policiales y político-mediáticas, tejidas a medida de las grandes corporaciones empresariales del Ibex35 y por encargo y a cargo de ellas.

Recientes reseñas de dos libros escritos por sendos periodistas destacan la singularidad y falta de deontología y moralidad de la prensa española en relación al resto de Europa como denuncia David Jiménez exdirector de "El Mundo": «En España, la prensa está sometida a presiones que no se dan en otros países. Hablamos de llamadas de despachos que le cuestan la carrera a profesionales, de premiar a periodistas afines en tertulias y de castigar con el despido y la precariedad a quienes no pasan el aro; de lluvia de dinero a la prensa tradicional a cambio de ocultar informaciones comprometedoras para grandes empresas del Ibex, siendo lo mas alarmante que no existe el periodismo de investigación, con el 99% periodismo de filtración en su mayor parte interesada y procedente de fuentes nada limpias».

Mas explícito el periodista José García Abad autor del libro "El malvado Ibex": «El Ibex se ha convertido en un inquietante personaje en la sombra... En España hay tres poderes fácticos: constructoras, eléctricas y banca».

Enric González, otro «ex» del diario "El País" y de otros fieles voceros de la infamia mediática servil de la prensa española, asegura: «España es un disparate de país. Las empresas parecen querer periodistas que no piensen, que sólo produzcan y que vean algo en Twitter y no sé qué...».

Que bueno sería que todo esto, ya formara parte de un álbum de prensa en forma de relato final de un mal sueño. Dar cierre a la inercia del franquismo solapado que nos ha impedido transitar dentro de un civismo político, fiscal, económico, judicial y mediático... hacia una democracia natural y moderna.

Pero no. En vez de enfrentarse a esa rémora y limar los artículos más erosivos de una Constitución que a modo de iceberg nos impide pasar del fiordo a mar abierto, cada nuevo «patrón» choca al rendirse ante un «espíritu del 78» que impide enjuagar la memoria del golpe del 36 y posterior represión franquista. Esta falta de audacia política y obligada visión cortoplacista, es consecuencia de que el empoderamiento real de esta España feudal y caduca, no está en el parlamento sino en la oligarquía heredada del franquismo: constructoras, eléctricas y banca, en clara sintonía con el poder político y medíatico... del que el PSOE no es ajeno y si parte en los fogones de aquel «cocidito madrileño-77».
https://ataquealpoder.wordpress.com/2012/12/15/el-clan-de-la-dehesilla/

Comienza nuevo ciclo, para sumar otros cuatro años al proceso de una Transición que tras 40 años de penduleo «meneando» la memoria gris de un pasado irreparado... nunca terminará de concluir. Seguiremos sin que sepamos poner colofón a los otros 40 de aquel sueño de muerte que aún algunos parecen querer resucitar en lugar de enjuagar esa memoria, para una vez secas las lágrimas y reparadas las heridas, guardarla en el arcón de los tiempos en que nunca haya que volver sobre esos pasos ni a hablar de ello.

La economía de un país es la parte que mas acción política debiera concentrar y la brecha socioeconómica el principal indicador de democracia real. Lo sabe el candidato, pero mucho tiene que cambiar su partido y mucho y mas tienen que dejarle hacer sus barones, para llevarlo a la práctica en esta legislatura.

El proceso electoral en España coincidió en tiempo y resultado de vuelco electoral, con el de Ucrania. La corrupción institucional, falta de separación de poderes con el anterior equipo gobernante y sus complicidades con las grandes oligarquía del país, ha favorecido que un cómico profesional se estrene en la política y a la primera que se presenta salga elegido presidente del país.

Muchas similitudes y una diferencia de base: en la República de Ucrania han elegido a una persona como máxima jerarquía del país; en el Reino de España hemos elegido a un partido, ostentando la supremacía jerárquica, un rey no electo, jefe de todos los ejércitos y garante del artículo 8 de una Constitución pendiente aún del refrendo de los ciudadanos. Esto Sr. Sánchez... nos lo debe.

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