Iulen Lizaso Aldalur

Nos han vendido la piel sin haber cazado el oso

«Hay ciertamente muchas materias sobre la mesa, entre ellas el cumplimiento del Estatuto de Gernika, y singularmente la transferencia de la política penitenciaria y del régimen económico de la Seguridad Social», que ya no caben «excusas, pretextos y objeciones en función del contexto» declaraba a finales de febrero el lehendakari Urkullu, en referencia a las negociaciones con el gobierno del Estado.

Reclama el traspaso pleno de transferencias que se acordó en el Estatuto de Autonomía el año 1979, hace casi ¡40 años! Pero.¿porqué la insistencia del lehendakari a favor del traspaso de la transferencia de Prisiones, habiendo 34 más y muchas con mayor contenido humanitario y de carácter soberano: ley de Iniciativas Legislativas Populares, transporte ferroviario intraterritorial, Salvamento Marítimo, pago de paro (INEM y Caja Única) y Pensiones (Hucha Única), Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), etc., máxime sabiendo que, aunque la tuviese, la situación de los presos vascos no cambiaría en nada?

Desde el derecho socioeconómico como pueblo y ejercicio de autonomía, hay otras de más calado, pues no es público que en nuestras prisiones se falte contra los derechos humanos, ni se dan condiciones inhumanas por maltrato, alejamiento, insalubridad ni hacinamiento.

El año 2010 el ayuntamiento de Usurbil quiso consultar a los ciudadanos para que eligieran continuar con el nuevo sistema de recogida de basuras o volver al anterior. Ni el propio ayuntamiento, ni la Diputación Foral, ni el Gobierno Vasco, tenía competencias para autorizar la consulta. El año 2017 el de Legorreta ha impulsado la misma iniciativa y lo vuelve a decidir el gobierno central... ¡siete años después! Esta trasferencia ¿porqué no consta como prioritaria en la agenda del PNV? cuando con Prisiones solo podría decidir crear infraestructura, obra civil, equipamientos, ¿funcionarios?... pero no destinos.

Siendo la incineradora de Zubieta la mayor obra pública nueva del Estado en los últimos años, al ser de ciclo único y ubicarse en un entorno aislado, su viabilidad económica depende exclusivamente de tener cerca un gran núcleo humano receptor de agua caliente (como las incineradoras europeas en el centro de las ciudades para calefacción/aire acondicionado), como podría ser la macrocárcel de Zubieta con piscina climatizada incluida.

Sin cárcel, la incineradora produciría solo electricidad (central de ciclo único con basuras como combustible) a un rendimiento máximo del 25% (la UE frunce el ceño y levanta la voz), por lo que su amortización sería muy dudosa-costosa, a diferencia de Zabalgarbi, que al ser de ciclo combinado (el 70% del combustible empleado es gas natural) su rendimiento es del 60%. Pero a pesar de que la construcción de la cárcel como el traspaso de Prisiones depende del presidente Rajoy, en Gipuzkoa ya se ha puesto el carro, sin saber aún si vamos tener bueyes que tiren de él, ni si con el Plan B. aun a escote, vamos a poderlos pagar a precio razonable.

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