Iñaki Uriarte
Observador urbano

Ofensa al euskera y al lehendakari

El pasado día 15 de enero, "Deia" organizó en una sala de Euskalduna Jauregia un acto en el que su directora, Marta Martín, entrevistaba al lehendakari y cuya denominación en el cartel proyectado en la pantalla anunciaba, "Encuentro Deia", debajo, "Lehendakari Iñigo Urkullu Renteria". En una línea inferior y en mayúsculas, el lema "Euskadi: un modelo de respuesta a los retos del futuro". En la parte inferior a la izquierda, "Organiza Deia", con su logotipo y la «N» del Grupo Noticias, y en el extremo de la derecha, "Patrocina: Enagas y CaixaBank", con sus respectivos logotipos. Sobre el escenario, un atril en el que, presidido por el anagrama de "Deia", figuraba "Encuentro", y el lema del acto citado. Es decir, ni una palabra en euskera, solo lehendakari, quizá no se atrevieron a poner presidente.

Esto es más que una ofensa, un impresentable desprecio, en formato de presencia gráfica al euskera, a la lengua propia del país, a la del propio lehendakari y su Gobierno, excepto el español Consejero de Turismo, Comercio y Consumo Javier Hurtado Domínguez, perpetrado por un periódico que se tiene por nacionalista vasco. Agravio aumentado con la presencia de los consejeros del PNV del Gobierno incluyendo al responsable de Cultura y Política Lingüística Bingen Zupiria, la diputada de Bizkaia de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga, la euskaltzale (sic) alcaldesa de Barakaldo Amaia del Campo Berasategi (1966), y otras ilustres personalidades afines al partido o, por oportunismo, presididas por el influyente gobernador gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, en agradecimiento a la condescendencia del partido con el gremio, un empresario de un grupo automovilístico que se anuncia con frecuencia, pero desprecia el euskara y compañías de reputado prestigio social como chantajistas, Petronor, o la propia Caixa Bank para la que Euskadi es la Zona Norte, como aquel represivo Plan ZEN (terrorismo estatal contra el pueblo vasco) o como la gula del norte y otras sandeces similares.

Hace unos cuarenta años, recuerdo sucedió algo parecido en Catalunya y tuvieron que suprimir toda la cartelería presente por la negativa de los intervinientes a participar en semejante humillante situación. Aquí, el otro día, a nadie le importó ni se ausentó. Con semejante actitud, la directora de "Deia" debería recibir del propio Gobierno la recomendación de dimitir si es que todavía no es consciente, si no indiferente, ante esta ofensa en un asunto tan esencial que ha organizado y protagonizado.

Algo similar, pero en dimensión oral, aconteció el pasado 23 de octubre, también en Euskalduna Jauregia en la inauguración del Congreso de Empresa Familiar. Desde el inicio de la intervención de Urkullu, como debe ser, en euskara, luego sería en español (el castellano no es un idioma), desde el auditorio donde asistían unos 500 empresarios surgieron protestas de todo tipo por parte de una manada ineducada, intolerante e ignorante de persistente ideología dictatorial franquista. En dicho acto se encontraban el rey de los españoles, que ni es empresario ni trabajador, un vividor por descendencia franquista. El presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, José Miguel Lanzagorta, nada hizo por reprochar la agresividad de los asistentes ni por pedir perdón por su implicación, por lo que su actitud parece sincronizar con los de la turba empresarial. Urkullu, ante este ataque por sorpresa, pudo tener diversas opciones, pero con su prolongado silencio supo mantener una dolorosa y digna actitud frente a una masa incivilizada.

También el pasado 9 de octubre, esta vez en Guggenheim Bilbao Museoa, con motivo del 40 aniversario de ConfeBask, para el que invitaron al nieto político del criminal Franco, la presidenta de esta asociación Tamara Yagüe (Barakaldo, 1971) hizo el ridículo cultural al no ser capaz de articular ni un saludo en euskara.

Entre los empresarios vascos, en el siglo XXI, casi medio siglo después del final de la dictadura, ¿no hay alguno con la capacidad y dignidad suficiente para ocupar este cargo, y especialmente demostrar una identidad como corresponde?

El citado impuesto monarca y su sanedrín, quedarían sorprendidos al no entender las justas protestas por la ofensiva judicial contra la lengua vasca y las enormes transgresiones que cometen las propias instituciones vascas.

Reivindicar, justamente, el normal uso de euskara en todos los ámbitos de la vida social, política, administrativa, judicial, universitaria, comunicativa es imprescindible, pero queda muy relativizado cuando en el propio Euskal Herria, el pueblo del euskera, se comenten estos atentados por un medio de comunicación afín al PNV nadie reacciona en su entorno y para mayo desgracia venidera el partido aprueba, con la complicidad de su socio españolista una ley de educación que es retrógrada y supone un inmenso daño al modelo lingüístico propio.

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