Osakidetza: compromiso con el empleo estable y de calidad
El Departamento de Salud y Osakidetza revisan de manera sistemática las necesidades de recursos humanos y el dimensionamiento de sus plantillas, procediendo periódicamente a aprobar la creación de nuevas dotaciones de plazas destinadas a consolidar estructuras y servicios. Nada tiene esto que ver ni con la improvisación, ni con la autocomplacencia, ni con el marketing.
En respuesta al escrito denominado "Operación OPE en Osakidetza", publicado el pasado día 14 de febrero, resulta preciso indicar, en primer lugar, que Osakidetza ha convocado una nueva Oferta de Empleo Público (OPE), gracias a la cual 3.335 ciudadanos y ciudadanas tendrán la oportunidad de consolidar y mejorar su calidad de empleo, mediante una nueva vinculación de carácter estable con dicho ente público. Tal iniciativa responde al compromiso de Osakidetza, en su condición de fuente de empleo, con la población, debiendo destacarse la especial incidencia de dicha iniciativa en relación con el empleo femenino.
Las condiciones en las que la citada OPE se va a llevar a efecto garantizan el acceso al empleo público en condiciones de igualdad entre la totalidad de aspirantes, conforme a unos criterios de selección fundamentados en los principios de mérito y capacidad. El desarrollo de las pruebas contará con plenas garantías, bajo la dirección de unos tribunales calificadores integrados por profesionales de Osakidetza, y en base a unos temarios y bibliografía revisados y actualizados.
Estos son los parámetros conforme a los cuales el ente público demuestra su voluntad de afianzar un empleo público de calidad a través de las sucesivas OPEs que viene convocando con asiduidad y regularidad. Precisamente, conforme a esos mismos principios de igualdad, mérito y capacidad, se conforman las bolsas de contratación temporal de Osakidetza.
Es evidente que una OPE supone un esfuerzo importante tanto por parte de la Administración convocante y como por quienes han de someterse a un proceso selectivo, pero es precisamente dicho proceso selectivo el que garantiza que la adquisición de la condición de personal fijo en Osakidetza se realice en condiciones de igualdad entre todos los ciudadanos y ciudadanas. Por esta misma razón, en ningún caso se puede alegar la existencia de desigualdad en relación con el empleo femenino en Osakidetza, menos aún siendo Osakidetza la entidad pública del País Vasco con mayor presencia de trabajadoras en su plantilla.
Los datos pueden analizarse desde distintas perspectivas, pero señalar sin más explicación que en Osakidetza existe una brecha salarial global del 24,44% desfavorable para las mujeres, tan solo puede invitar a la confusión del lector o lectora. Evidentemente, en Osakidetza no existe diferencia alguna de retribuciones entre hombres y mujeres dentro de cada categoría profesional. Incluso más allá de las categorías en las que la presencia del personal femenino es tradicionalmente mayoritaria, también en el Grupo Profesional de personal Facultativo Médico y Técnico (Grupo A1) se ha producido un evidente feminización del empleo, pasando del 49,2% en el año 2005 a un 61,56% en el año 2015, elevándose en dicho periodo en un 12,3% el porcentaje de mujeres pertenecientes a dicho Grupo Profesional.
De esta manera, la propia evolución de la plantilla de Osakidetza proyecta para los próximos años un incremento de la presencia del personal femenino, incluso entre los grupos profesionales en los que hasta hace no demasiado tiempo predominaba la presencia profesional de los hombre sobre las mujeres. Así mismo, siendo una entidad pública tan feminizada (casi el 80% del personal de Osakidetza son trabajadoras), resulta coherente el dato de que entre el personal que presta sus servicios en el ente público el mayor porcentaje de trabajadores con reducción de jornada o nombramiento eventual corresponda a mujeres. Concretamente, en todas las categorías, salvo en las de Personal Técnico Profesional (C3), Personal Auxiliar de Servicios Generales (D3) y Personal Celador (E1), la mayor parte de sus integrantes son mujeres.
Por otro lado, y en relación con el personal MIR que expresamente se menciona en el escrito, debe destacarse el esfuerzo formativo que lleva a cabo Osakidetza a través de sus Unidades Docentes, esfuerzo que redunda en beneficio de la sanidad pública vasca y en el que, año a año, el Departamento de Salud y Osakidetza realizan una mayor aportación cuantitativa y cualitativa. Así, a modo de ejemplo, en los últimos tres años el número de plazas de formación de personal MIR en Osakidetza se ha ido incrementando progresivamente, siendo dicha oferta de 261 plazas en el 2015, 277 en el año 2016, y 320 en el año 2017.
A su vez, en relación con los acuerdos adoptados en el seno de la Mesa Sectorial de Sanidad, es de destacar el preacuerdo de 23 de junio de 2017, firmado por los sindicatos SATSE, SME y UGT, en virtud del cual se alcanzó un pacto por la calidad en el empleo en Osakidetza. Fruto de dicho pacto, se van a realizar dos OPEs sucesivas, se van a crear nuevas plazas, y se va a reducir el nivel de eventualidad. Alcanzar acuerdos conlleva adquirir compromisos, y en este caso, los sindicatos firmantes han dado muestras de responsabilidad para con el conjunto de los trabajadores de Osakidetza, al objeto de mejorar su calidad y perspectivas de empleo. En concreto, la OPE 2016-2017 es una de las mayores ofertas de empleo público convocadas por Osakidetza, convirtiéndose de esta manera en la administración de su entorno que más empleo público, estable y de calidad es capaz de generar. Con ello, se espera que la mayor parte del personal de Osakidetza tenga una relación de empleo estable, reduciéndose de esta manera de forma muy notable el porcentaje de personal interino y personal eventual. Fruto evidente del esfuerzo de negociación entre las partes, y a modo de ejemplo, se acordó con el sindicato SATSE, SME y UGT la conservación de la nota de la OPE 2016-2017 para la siguiente OPE 2018-2019. Dicha medida presenta evidentes ventajas para el personal que toma parte en los procesos selectivos, contribuyendo a paliar el nivel de estrés propio de quienes han de superar las pruebas selectivas destinadas a acceder a un empleo en Osakidetza. Resulta en ese sentido paradójico que, a pesar de reconocer abiertamente el aspecto ventajoso y beneficioso de esta medida, el resto de sindicatos no quisieran apoyarla formalmente.
Finalmente, tan solo añadir que el Departamento de Salud y Osakidetza revisan de manera sistemática las necesidades de recursos humanos y el dimensionamiento de sus plantillas, procediendo periódicamente a aprobar la creación de nuevas dotaciones de plazas destinadas a consolidar estructuras y servicios. Nada tiene esto que ver ni con la improvisación, ni con la autocomplacencia, ni con el marketing, sino con el trabajo serio y responsable que llevan a cabo trabajadores de Osakidetza comprometidos con la sanidad pública, con un muy amplio recorrido en cuanto a conocimiento y experiencia en los ámbitos de la Salud Pública y la gestión de nuestra administración sanitaria.