Fernando Sanz y Mikel Arizaleta

Panera: la historia de una larga rapiña consensuada en Bilbao

Convocar hoy una rueda de prensa en Bilbao sobre el tema Panera es oír de inmediato al otro lado un ¡uf! de cansancio y hastío. Panera y sus tretas  son un contenedor de basura a punto de reventar, sólo explicable desde la colaboración interesada y pagada de la otra parte, de algunos partidos y funcionarios de peso, colaboradores, del Ayuntamiento de Bilbao.

La Constructora Panera ha causado lo pretendido: el hartazgo, el aburrimiento, el «qué cosa más complicada». Panera está al principio y al final de esta historia. Y ha habido una lucha de vecinos, de la Asociación de vecinos  Gure Etxea y también por parte de Herri Batasuna contra la oscuridad, contra lo que se esconde en la sombra de este saqueo consentido y poco edificante en el Ayuntamiento de Bilbao, porque la actuación del Ayuntamiento de Bilbao –salvo honrosas excepciones, entre otras la de los alcaldes Robles, Gorordo y el concejal Tasio Erkizia– trató de envolver el asunto en una larga sombra.

Son varios los informes interesados, ¿pagados? de la sección de Patrimonio que cubren el suelo de la tramitación, planteamiento y esclarecimiento, como cuando se camina sobre un suelo blando de bosque de pinos en otoño y las hojas cubren el polvo y las raíces. Pero lo que ha pasado a lo largo de esta historia y estos años sí lo recordamos, ¡vaya que si lo recordamos!, aun cuando se ha querido ahogar la denuncia con el hastío, la tardanza, la desidia y el interés por lo privado en contra de lo público. La pregunta del concejal del PNV, Mikel Álvárez, durante una larga entrevista resuena aún en nuestros oídos: ¿así que os interesáis vosotros por la defensa de los intereses públicos? ¡Como si a los vecinos de Bilbao no nos interesara la ciudad, su conservación y su bienestar!

Pero en sí la cosa es sencilla, lo que ha sido y es complicada y enmarañada es su treta, su vieja y estudiada treta, la mendaz ingeniería aplicada. Y también la larga colaboración sin duda –posiblemente pagada y cobrada– por parte de algunos partidos y funcionarios del ayuntamiento de Bilbao.

Porque, desde 1984, hemos pedido una y otra vez que el Ayuntamiento de Bilbao registre su propiedad, los 5.000 m2 ocupados desde los años 70 por un vial, y que todavía en el 2016 siguen registrados a nombre de Panera. Y con esa finca, ocupada  por vía pública y propiedad del Ayuntamiento pero registrada a nombre de Panera, Panera sigue negociando, enriqueciéndose, puteando a los vecinos y pleiteando   contra el municipio de Bilbao, repetimos, con consentimiento del Ayuntamiento, también en nuestros días. Y además lo hace descaradamente contraviniendo la ley 33/2003 PAP (Patrimonio de las Administraciones Públicas), que obliga a las administraciones públicas inscribir en el registro de la propiedad los bienes y derechos de su patrimonio.

El tema con Panera es un racimo grande de fraude, colmado de irregularidades en varias de sus actuaciones, siempre con la misma treta, y en todas con la participación del ayuntamiento, de algunos partidos políticos y la colaboración de algunos funcionarios importantes.

El que ahora denunciamos se inicia en 1961, el MOPU proyecta la autovía Solución Sur, que partiendo del puente de la Salve atraviesa Uribarri y llega a Begoña, y en el BOB del 1/8/1968 se enumeran los afectados por la expropiación. Panera es uno de ellos, con la parcela 55 de 5.000 m2 de la finca matriz 20.744 de 20.616, 02 m2.

Los 5.000 m2, ocupados por el vial, tienen cero de edificabilidad. Pues bien, Panera, con permiso y visto bueno del Ayuntamiento, dio edificabilidad también a estos 5.000 m2 de vía pública.

Según los estudios se habría sobrepasado en 65.106,72 m3. Dicho de otro modo, a la volumetría edificada por Panera de 173.328,72 m3, según el coeficiente de edificabilidad asignado, le correspondería una superficie de suelo de 26.665,95 m2, pero, según la medición efectuada por el Ayuntamiento, solo tiene 16.000 m2.

Es decir, ha ocupado 10.000 m2 más de los que según medición poseía. (Panera tenía dos fincas, la 20.744 de 20.616, 12 m2, y la 24.110 de 1855 m2. De la primera, 5.000 m2 estaban afectados por la autovía y 1.000 por semicalles, por tanto: 20.616 m2+1.855 m2-5.000 m2-1.000 m2= 16.471 m2). Lo que, ateniendo a lo que él hoy fraudulentamente  reclama al Ayuntamiento (por 3.000 m2, 18 millones de €) por más de 10.000 debiera desembolsar al Ayuntamiento más de 54 millones de €.

En el próximo pleno del jueves se debatirá una moción de la asociación de vecinos Gure Etxea, con el apoyo de las Asociaciones de Vecinos de Bilbao, instando al Ayuntamiento registre a su nombre la parcela 55, ocupada por viales, y todavía hoy registrada a nombre de Panera, tal como es su deber, exigido por la ley 33-2003. Cabe esperar que esta vez no prevarique.

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