Borja Allende, Iñaki San Miguel e Iñaki Zaldua
Elikadura burujabetza Meatzaldea elkartea

Parque tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea y soberanía alimentaria

El terreno rural existente es el primer problema que se encuentran las nuevas generaciones que quieren desarrollar un proyecto agrario. Queda muy poco terreno rural y tiene un precio desorbitado. Esto es la consecuencia de la enorme urbanización de terreno agrícola y ganadero sufrida en los últimos años.

En el último año se están dando los pasos pertinentes para robarle a Abanto una de las pocas zonas verdes que conserva para construir un parque tecnológico en Ezkerraldea-Meatzaldea. Según los medios oficiales nos indican que es una acción prioritaria para atraer a empresas y así crear más empleo.

A los dirigentes que afirman esto se les olvida hacer público que en nuestra comarca ya hay mucho suelo industrial en desuso: la zona de la Babcock Wilcox y varios polígonos industriales medio vacíos (Agruminsa, Ballonti, El Campillo, San Martin). Seria de sentido común rehabilitar y reactivar esas zonas industriales ya existentes, sin necesidad de hormigonar y urbanizar más terreno rural. Lo realmente prioritario consistiría en dar salida al suelo industrial en desuso con la revitalización y promoción de empresas de futuro y calidad.

Para industrializar y urbanizar una zona rural hacen falta mayores cantidades de dinero que para la reutilización de terrenos, así como también acarrea un mayor impacto ecológico y medioambiental. Desde nuestro movimiento, queremos poner en cuestión lo perjudicial que puede ser recalificar terrenos de tipo rural, que siendo de uso agrícola y ganadero no ayudarían en nada para el desarrollo del sector primario de la zona.

Es un tema al que socialmente no se le da importancia. Hemos asimilado como algo natural que los alimentos deben ser producidos en países empobrecidos (siendo estos exprimidos por un capitalismo salvaje). Después de un viaje de miles de kilómetros, consumimos esos alimentos sin pararnos a pensar en las consecuencias ecológicas y sociales de este sistema de producción.

Para una sociedad de futuro es crucial avanzar en el camino de la soberanía alimentaria, no podemos seguir dependiendo de alimentos producidos a miles de kilómetros por una agroindustria controlada por multinacionales sin escrúpulos. Tenemos gran capacidad de consumo interno, por tanto la agricultura y ganadería tienen un potencial muy grande en nuestra tierra, potencial que en las últimas décadas ningún dirigente se ha preocupado cuidar. Las políticas que se han llevado a cabo en los últimos 30 años han dejado al sector primario de Bizkaia en la UVI.

El terreno rural existente es el primer problema que se encuentran las nuevas generaciones que quieren desarrollar un proyecto agrario. Queda muy poco terreno rural y tiene un precio desorbitado. Esto es la consecuencia de la enorme urbanización de terreno agrícola y ganadero sufrida en los últimos años. La organización del territorio ha defendido los intereses económicos de una minoría en vez de defender la tierra como un bien común de la sociedad. A las administraciones públicas no les ha importado despilfarrar miles y miles de metros de terreno para hacer construcciones e infraestructuras, que en demasiados casos han resultado innecesarias o ilógicas.

Este nuevo parque tecnológico no hace más que continuar agravando el problema al ocupar 533.000 m2 en una zona rural, mientras a pocos kilómetros hay miles de metros cuadrados de terreno industrial abandonados o en desuso. Las personas que apostamos por la soberanía alimentaria, también apoyamos la industria, pero no por ello queremos olvidarnos del empoderamiento que supone el ser capaces de gestionar nuestro alimento sin depender de organismos multinacionales.

Renegamos de la etiqueta fácil de cuatro locos que quieren quedarse anclados en el siglo XV. Precisamente porque miramos hacia el futuro, no aceptamos este falso progreso que nos quieren vender ciertos dirigentes que no ven más allá de sus narices. Consideramos a Meatzaldea una zona con gran potencial a explotar en términos de soberanía alimentaria y queremos hacer a todas y todos partícipes del proceso emancipador que va a darse los próximos años en ella.

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