José Luis García
Doctor en Psicología, especialista en Sexología *

Poder, sexo y juventud en Navarra (XVII): ¿Cambios sexuales?

Manifiesto mi alegría al constatar una actitud más abierta y comprensiva hacia diferentes cuestiones sexuales, de este grupo de futuros profesionales, que van a desarrollar su trabajo en los próximos años

Estos días he tenido el placer y la satisfacción de impartir varias conferencias a dos grupos de alumnas/os (inmensa mayoría chicas, imparables en su empoderamiento) de la Escuela de Educadores/as Sociales del Gobierno de Navarra, sobre diferentes aspectos de la sexualidad, que tienen que ver con su futuro profesional.

Placer, porque siempre disfruto compartiendo mis conocimientos con jóvenes interesados vivamente en estas cuestiones, aprendiendo de ellos, toda vez que me sirve para actualizarme en un mundo que cambia a una velocidad endiablada. Satisfacción porque cumplo con uno de los anhelos que más empeño he puesto en mis 40 años de andadura profesional: que todos los universitarios/as de Ciencias Humanas y Sociales, reciban una formación obligatoria sobre Sexología en su formación, a través de una asignatura. Es un pequeño pasito que, en Navarra, es, si cabe, aun mayor, razón por la que me congratulo particularmente.

Y para pulsar la realidad del alumnado y, a la vez, adaptar las conferencias a los intereses de los/as participantes, les he pasado previamente una breve encuesta de 23 ítems sobre esos temas. Como quiera que, en todo este tiempo, he participado en varias investigaciones con jóvenes de Navarra, me permito compartir algunas reflexiones sobre todo ello.

Advierto que son solo reflexiones personales y unos datos sin validez y fiabilidad científica para comparar con otras investigaciones, por el sesgo de la muestra (pequeña, 93,7% chicas, 62,5% menores de 25 años) y porque los anteriores estudios tenían otras características bien diferenciadas.

En todo caso, manifiesto mi alegría al constatar una actitud más abierta y comprensiva hacia diferentes cuestiones sexuales, de este grupo de futuros profesionales, que van a desarrollar su trabajo en los próximos años, en ámbitos sociales variopintos, de gran complejidad como la discapacidad, la vejez, migración o jóvenes con diferentes problemáticas. Me gustaría destacar solo algunas consideraciones.

1. Las opiniones del alumnado participante, acerca de la sexualidad en personas con discapacidad intelectual, reflejan un rotundo alejamiento de creencias erróneas otrora dominantes, como pensar, por ejemplo, que este colectivo tiene una sexualidad exacerbada. Reconocen mayoritariamente la falta de educación sexual en este grupo social y son respetuosas con cuestiones delicadas como la contracepción quirúrgica.

2. Comprensivas tambien, aunque no tan mayoritario, con la vida sexual en la vejez, con la sexualidad de la mujer después de la menopausia, si bien a medida que avanza la edad la permisividad decrece (65% no les parece bien tener sexo a los 80 años).

3. Mitos como que el hombre tiene más capacidad o más deseo sexual que la mujer, no son compartidos por este grupo. Consideran mayoritariamente (90%) que el machismo supone la superioridad del hombre sobre la mujer y el 100% cree que el feminismo pretende la igualdad entre hombres y mujeres. Tan solo el 12% cree que las feministas son unas «feminazis».

4. Discrepancias sobre la prostitución: la mitad aproximadamente, creen que habría que legalizarla y el resto no. Sorprende cuando hay unanimidad total respecto de que estas mujeres están en esa actividad por necesidad-obligación y no porque quieren.

5. Discrepancias tambien en la Gestación Subrogada (mujer que se presta a gestar un bebé para otros, por dinero): la mitad piensa que debería legalizarse, frente a la otra mitad que piensa que no. Auguro un intenso debate en los próximos años sobre la prostitución y la gestación subrogada.

6. Cerca del 95% cree que la juventud no tiene suficiente información sexual. Las tres cuartas partes consideran que los jóvenes no usan el preservativo en la gran mayoría de sus relaciones sexuales.

7. Igualmente se aprecian dos grupos similares a la hora de valorar los efectos perjudiciales de la pornografía en los jóvenes, si bien reconocen mayoritariamente que la pornografía suele ser una fuente de información sexual de la juventud. El 100% afirma que las conductas sexuales del porno no son reales.

8. Tambien estos universitarios/as, están muy alejados de la idea tradicional de que la conducta homosexual está asociada al vicio (93,5%).

9. Aproximadamente la mitad creen que a las chicas les cuesta mucho más tener un orgasmo que a los chicos.

En los debates posteriores a las conferencias, hemos tenido la oportunidad de contrastar estos datos con opiniones más directas y discusiones más intensas. Tengo la impresión de que ha habido cambios, cierto, pero estos no son tan profundos y amplios como los que muchos desearíamos. Por ejemplo, en lo que se refiere a la doble moral sexual tradicional (permisividad para el hombre, prohibición para la mujer), constato que, aunque ha habido cambios, todavía la chica que sale con varios chicos no es vista (ni por los chicos ni por las chicas) del mismo modo que el chico que hace lo propio. El calificativo de «chica fácil»; para ella y de «chico guay»; han vuelto a salir a la palestra. Avanzamos poco. Hace falta mucha más educación sexual desde la educación primaria hasta la universidad. Vamos tardados.

 *José Luis García es doctor en Psicología, especialista en Sexología, y autor del libro “Sexo, poder, religión y política” en Navarra, editado por Amazon.

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