Jabier Estebanez «Gorri»
Coordinador de la Ejecutiva Local de Donostia de Eusko Alkartasuna

Políticas de vivienda para Donostia

El Ayuntamiento tiene que intentar que la vivienda vacía salga al mercado, no podemos seguir construyendo y construyendo cuando existen viviendas en nuestra ciudad.

Se han vuelto a publicar los datos que plasman una nueva subida del precio de la vivienda en nuestra ciudad, y es así el precio de la vivienda se dispara, tanto en compra como en alquiler.

Esta carestía de la vivienda imposibilita a muchos donostiarras el poder emprender con su proyecto de vida. Si bien el precio de la vivienda siempre ha sido caro en Donostia, estos últimos años vemos un claro incremento de estos precios. Esto nos debería hacer reflexionar y buscar las mejores soluciones posibles.

Y es que nuestra Donostia, por sus especiales características, necesita de un desarrollo urbanístico muy cuidado, de un planteamiento racional y sostenible, de unas infraestructuras adaptadas a sus necesidades, de la solución de los problemas diarios y del desarrollo de nuevos barrios como la vega del Urumea, el Infierno o la histórica reivindicación de los cuarteles de Loiola, donde se podría crear un gran parque público de viviendas, además de ofertar los servicios y espacios que demanda la ciudadanía. Estos desarrollos deben de mantener siempre una cohesión con lo ya existente y trabajar con diferentes perspectivas. Para ello hay que desarrollar un urbanismo sostenible, que se base en recuperar zonas ya urbanizadas, desarrollando la potencialidad de los barrios con utilizaciones mixtas, donde exista vivienda y puestos de trabajo.

La ordenación y planificación urbana de la ciudad de Donostia ha de hacerse, por tanto, cuidadosamente estudiada y con el mayor rigor.

Durante la historia han sido muchos y muy diversos los desarrollos urbanísticos de distinta índole de nuestra ciudad y en ocasiones, no con el respeto debido a la sostenibilidad, el medio ambiente y, en ocasiones, a los habitantes de la propia ciudad.

La escasez de suelo es una realidad, por ello se necesita un plan con políticas fiscales de rehabilitación de viviendas, contemplar segregaciones de pisos y la posibilidad de convertir bajos en viviendas (siempre que se garantice que la vivienda sea digna), y medidas para que los pisos vacíos puedan salir al mercado en régimen de alquiler. Es cierto que el principal problema se encuentra en la escasez de suelo, pero también en la escasa visión de conjunto que ya existe del territorio. Siempre preservando los parques y pulmones de la ciudad.

Otra preocupación que tenemos es como se están desertizando barrios proliferando apartamentos turísticos, muchos de ellos ilegales, esto aumenta el desplazamiento de sus habitantes, así los barrios van perdiendo identidad y tanto el comercio como la vida de las calles tienden a ir desapareciendo.

El Ayuntamiento debe intervenir y jugar una parte activa, poniendo las medidas necesarias que corrijan este fenómeno, apostando por la vivienda pública, entendemos que toda la oferta tiene que ser en alquiler revisable. No puede ser que los recursos públicos sean una lotería y que la oferta no sacie nunca la demanda. Destinando recursos al control del fraude.

El Ayuntamiento tiene que intentar que la vivienda vacía salga al mercado, no podemos seguir construyendo y construyendo cuando existen viviendas en nuestra ciudad, la vivienda no puede convertirse en un privilegio, ¡es un derecho!, para ello el Ayuntamiento se debe de dotar de mecanismos, consiguiendo así que estas viviendas salgan al mercado y fomentando su alquiler, para ello se pueden estudiar distintos gravámenes como el recargo en el IBI y gestionar como intermediarios sus alquileres, también desde el Ayuntamiento hay que realizar campañas y concienciación además de una necesaria mediación a través de sus empresas públicas.

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