Endika Zapirain Aranburu
Analista

PP/PSOE y viceversa

Que interesante e incluso conveniente, sería que entre estos dos partidos, PP / PSOE, hubiese diferencias básicas en relación a Democracia en general y al tratamiento y reconocimiento de las realidades nacionales en el Estado, principalmente de Catalunya y Euskadi.

Desgraciadamente, nada más lejos de la realidad. Hasta el punto que el orden de los factores no altera el producto final.

El intento de mantener el bipartidismo, a toda costa, es la base de su actuación predominante. No les interesa que existan otras opciones que les puedan mermar en sus posibilidades de mantener poltronas de poder institucional. Parece que ésta es la vocación en ambos partidos, consolidada a lo largo del tiempo.

En este aspecto, el PP trata de evitar a toda costa que Ciudadanos le reste espacio en su área natural. Por su parte el PSOE actúa parecido con Podemos; no quiere en modo alguno que Podemos pueda absorber parte del electorado de su área tradicional.

Esta cuestión se ha puesto de manifiesto claramente en el apoyo implícito del PSOE a Rajoy, para la renovación del gobierno del PP en España, a pesar de la gestión nefasta del PP/Rajoy en los cinco años de gobierno. En lugar de formar un gobierno alternativo al PP con Podemos y otras fuerza democráticas. El significado de esta estrategia es clara: se impide a Podemos que adquiera más protagonismo y se intenta mantener a toda costa el bipartidismo en el ámbito del Estado. En este aspecto PP y PSOE se retroalimentan mutuamente.
 
El espectáculo que ofrecen estos dos partidos ante situaciones diversas, internas y externas, que debería de afectar a su credibilidad, son relevantes. En el PP, la corrupción galopante e irregularidades de dirigentes y/o representantes institucionales del partido, incluyendo a ministros, incluso la cuenta «B»… parece que son cosas colaterales. Nunca han tomado medidas contundentes y a tiempo.

En el PSOE, a partir de la dimisión, forzada, del secretario general P. Sánchez, el espectáculo ha sido impresionante.

Delata, sin lugar a dudas, lo que ya se sabía, que la democracia interna en este partido es mínima. Los hablantes, siempre los mismos, dicen cada cosa… analícese lo que dicen y será suficiente para hacerse una idea de lo que hay. ¿Cómo es posible que se forme una gestora y siga en vigor del orden de ocho meses? Esto solo se explica por el afán de algunos de dominar ¿mangonear? la situación creada y orientar todo, hacia sus intereses.

Por otra parte, las irregularidades, corrupción, sobre todo en Andalucía, y el afán de Díaz (Presidenta de la Junta de Andalucía) de mangonear el partido e incluso la pretensión de liderarlo, cuando la región que dirige está hecha unos zorros. En todos los parámetros sociales está en la cola de las regiones españolas. Sin embargo, hay hablantes relevantes que apoyan su candidatura a la secretaria general. Difícil de creer. Son las incoherencias y contradicciones que se manifiestan dentro del PSOE.

A pesar de todo lo señalado, más otros innumerables aspectos, nada positivos desde la transición de los años 70; a este partido y al PP la ciudadanía española le sigue otorgando su confianza con millones de votos, aunque estén bajando paulatinamente desde hace algún tiempo; en las últimas elecciones han obtenido 13.4 millones de votos (7.9 + 5.4 - PP-PSOE respectivamente). Lo cual refleja la falta de madurez política-democrática de la ciudadanía española. En esta cuestión en Catalunya y Euskadi la ciudadanía se comporta de otro modo.

Monarquía. Naciones en el Estado. Caja única de la SS.

Los dos partidos son fieles devotos de la monarquía española. A los pesoistas  les afecta más todavía el respeto y trato exquisito a los reyes como si fueran los salvadores y guardianes de la democracia en España, basta recordar la actuación ante los reyes, cuando ejerció de ministra de defensa, la catalana Carme Chacón el día de la pascua militar. Solo le faltó arrodillarse ante el rey.
De República, nada de nada. Sería un riesgo para mantener las prebendas y privilegios que otorga el sistema actual del bipartidismo.

Exactamente ocurre lo mismo con la cuestión de las naciones existentes en el actual Estado español.

No quieren saber nada al respecto, quieren mantener todo el poder. Es obvio, que si se independizan Catalunya y Euskadi, estos dos partidos perderían poder al reducirse el tamaño del Estado y no incidir en las naciones independizadas.

Se han empeñado en mantener la estructura decimonónica del Estado, y desprecian olímpicamente las aspiraciones y sentimientos de los pueblos para decidir su futuro libre y democráticamente.

La caja única de la seguridad social. Pretenden justificar la caja única en función de la solidaridad entre las regiones españolas. Esto es absolutamente falso. Lo que pretenden, simplemente, otra vez, es mantener el control y poder sobre el total de la caja. Aunque el Estatuto de Gernika lo estableció hace  37 años, siguen tozudamente sin realizar la transferencia correspondiente. En este punto cuentan con el apoyo, ¿simbólico? de los sindicatos estatales especialmente CCO y UGT.

Impulsores del Independentismo

Los principales impulsores del independentismo. Es una constante que los más acérrimos defensores de la única nación la española, son los que más estimulan a la ciudadanía catalana y vasca para desear vivamente una nación libre independiente/interdependiente en Europa en concurrencia con los demás miembros de la UE.

Los partidos  PP/PSOE con sus hablantes e instituciones dependientes, son los que se llevan la palma. Les siguen muy de cerca las decisiones judiciales y del Tribunal Constitucional que actúan en coherencia, en innumerables ocasiones, con/por los que fueron promovidos.

Es curioso constatar las veces que aparecen al final de un artículo, columna… frases como: ¿Cuándo nos vamos? ¿Dónde está la puerta de salida?... etc.   

Euskadi/Euskal Herria

Es evidente, que a pesar de todas las deficiencias y carencias que afectan al PSOE, se puede establecer relaciones de colaboración e incluso formar gobiernos de coalición con este partido con un  programa concreto y detallado para la gestión ordinaria, de una manera estándar y a corto plazo, sin grandes expectativas. Pero no puede tener futuro, por su propia naturaleza. Nacionalistas vascos y nacionalistas españoles son incompatibles para proyectar el futuro de este pueblo-nación, en el seno de Europa.

El futuro solo puede estar, sumando fuerzas entre diferentes, pero abertzales; que tengan una visión del pueblo vasco similar en factores básicos. Hasta ahora no se ha llegado al punto de madurez suficiente para alcanzar acuerdos que hagan viable un futuro más saludable y eficaz. Si se sigue con planteamientos del pasado, no existe la menor posibilidad de alcanzar acuerdos sólidos y suficientes. Que hagan posible, concurrir en Europa como nación libre y democrática en igualdad con las demás naciones-estados que la componen.

No lograremos jamás liberarnos del lastre de España y los nacionalistas excluyentes españoles, sin la complicidad efectiva de las fuerzas abertzales para avanzar en la dirección correcta.

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