Real Decreto Ley Omnibus. La democracia en juego
Stop Desahucios de Euskadi valoramos positivamente el acuerdo provisional (a falta de convalidación final del RDL) alcanzado por el Gobierno de coalición para prorrogar un año más la suspensión de los desahucios de familias con vulnerabilidad acreditada, así como la prohibición de corte de suministros básicos que afectaba a más de 1,8 millones de familias.
Pero, aunque este resultado final es positivo, no podemos pasar por alto el comportamiento deplorable y miserable que han ofrecido las Derechas de este país comerciando de una u otra manera con la vida de millones de Ciudadanos y Ciudadanas vascas y españolas.
Primero votaron que no (salvo el PNV, que luego comentaremos también su postura) a todo el RDL Ómnibus, anteponiendo claramente sus intereses partidistas a los de millones de Ciudadanos con explicaciones absurdas para tratar de justificar que a ellos les favorecía votar que no siempre:
O hacían caer el Decreto poniendo en evidencia la debilidad del Gobierno, o salía adelante con los votos independentistas, con lo que utilizarían la excusa de que Sánchez está vendiendo España a los independentistas como el palacete del PNV.
Ante la indignación social con este comportamiento, sacaron la calculadora de votos y eligieron de forma totalmente consciente como lo clasistas que son, a los colectivos donde piensan que tienen su nicho de votos (pensionistas y propietarios, principalmente), poniendo en evidencia de forma clara, que si tienen que sacrificar a millones de «compatriotas» para subir al poder, no van a tener ninguna duda, y así eligieron sacrificar a 1,8 millones de pobres, de familias vulnerables, como hacen los fascistas, o sea, despersonalizando despectivamente a esas familias y metiéndolas en un mismo saco. No son compatriotas pobres, son delincuentes, okupas, inquiokupas, Menas, inmigrantes... mezclados con otros discursos de odio que ya ni siquiera esconden, como referirse al Presidente del Gobierno como «Perro» Sánchez, la ministra Comunista, la dolorosa bajeza moral del «que te vote Txapote», el espectáculo del «me gusta la Fruta», los escraches fascistas frente a Ferraz, las amenazas fascistas a periodistas por el líder de Desokupa o el Jefe de Gabinete de Ayuso, la persecución judicial a la familia del Presidente, y un sin fin de actuaciones que indican la deriva fascista que se está produciendo en la Derecha Española y mundial como hemos visto con la «Coronación» del imperialista Trump rodeado de los millonarios y fascistas de todo el mundo, con saludo Nazi incluido.
Con estos actos, Feijóo, ansioso por tratar de conseguir por cualquier vía lo que no consiguió con las urnas, se agarra cada vez más fuerte al clavo fascista de Vox, con el blanqueamiento de la mayoría de los medios (que parecen luchar por posicionarse para presentar el próximo NO-DO) hacia este fascismo, con el apoyo pagado de abogados de organizaciones fascistas para crear un ambiente de persecución y acoso al Presidente, familia y Fiscal General y con el apoyo de jueces con hijos concejales de este Partido cuyo comportamiento pone en seria duda los pilares sobre los que se asienta nuestra Democracia.
Porque, aunque no lo parezca por lo que digo, no soy simpatizante de Sánchez, pero soy claramente demócrata en todos los sentidos de la palabra, Europeísta, de izquierdas y sobre todo, Antifascista orgulloso y creo que, como dijo Carlos Bardem, si no me creyera superior moralmente a un fascista, no estaría contento conmigo mismo.
Respecto al PNV y su papel en todo esto, creo que ha sido consciente que Junts ya estaba tensando seriamente la cuerda de la legislatura como avisaba Rufián, poniendo además como excusa para tumbar el Decreto Ómnibus el tema de la suspensión de los desahucios y cortes de suministros, sabiendo que es uno de los logros estrella junto a los logros laborales y sociales de Podemos y Sumar, que seguramente estos no iban a aceptar que Sánchez dejase tumbar para contentar a Junts y que pondría también fin a la legislatura. El PNV, con el Señor Aitor Esteban a la cabeza, con el que no comulgo ideológicamente, pero que reconozco como un gran político de los que escasean, con sentido y sensatez, sabiendo que, no solo podía estar en juego la legislatura, sino que, viendo la deriva política actual del país, podría estar en juego la propia democracia al llegar al posible gobierno PP y un partido fascista que pide abiertamente la ilegalización de partidos que han abrazado los principios democráticos más que ellos, decidió votar que sí al Decreto.
El problema del PNV es que ha demostrado sensatez política, pero en sus preocupantes manifestaciones ha demostrado que estaba en el mismo lado clasista y fascista que el resto de la Derecha al manifestar o dar a entender que por ideología, sacrificaría a esos 1,8 millones de familias con el mismo discurso que el resto, y encima, que parezca que no lo han hecho a cambio de un Palacete.
Lo que nos debe distinguir a los demócratas de los fascistas y populistas es saber separar la paja del trigo con datos reales que reflejen los verdaderos problemas que tenemos y sepamos como actuar contra los que se aprovechan del sistema o van contra él, porque hablamos de familias, hablamos de niños a quienes debemos proteger en la fase más importante de sus vidas cuando se forman y se implantan sus valores, si no, sería lo mismo que decir que todos los Vascos somos etarras (como desgraciadamente piensan muchos «compatriotas») o que todos los de Gaza son de Hamás y así es como los Nazis justifican los genocidios y el odio.
Si quieren que Euskadi y Cataluña convivan a gusto con España, de momento hay que profundizar en lo que nos une sin odio y con respeto hacia las diversidades y culturas, mientras que desgraciadamente, las Derechas españolas están utilizando a Euskadi, ETA y Cataluña, para sembrar rechazo y odio hacia una parte de tu territorio, con tal de cosechar votos en España haciendo ver falsamente que España se rompe cuando los que la están rompiendo ideológicamente son ellos y sus intereses políticos y económicos.
Ya es hora de que elijamos entre democracia o fascismo clara y contundentemente, porque el mundo está olvidando rápidamente el pasado y, si no reaccionamos, vienen tiempos muy oscuros, sobre todo para las clases medias y bajas.