Ander Domblás García
Exdirector de CREENA/NHEBZ

Renuncia del director de Creena y del equipo directivo

Comencé mi andadura como director del Creena tras ser seleccionado mediante concurso de méritos, impulsado por la ilusión y el compromiso de fortalecer la inclusión educativa en Navarra. Desde el primer día tuve el propósito de mejorar la atención al alumnado, al profesorado y a las familias, y de recuperar el carácter técnico del Centro de Recursos para la Equidad Educativa de Navarra. Para abordar este reto, y avalado por mi formación especializada en atención a la diversidad, he tenido la fortuna de contar con un equipo altamente técnico y profesional, con el que ha sido un auténtico placer trabajar. Gracias Isabel Soto, Carlos Ukar y Laura Barcos.

Para acceder al puesto se me requirió la elaboración de un plan estratégico, que desarrollé de manera minuciosa, consciente de que una planificación rigurosa era imprescindible para abordar un reto de esta envergadura. Dicho documento, que puede consultarse, establecía los ejes de actuación necesarios para reorganizar el centro, recuperar su identidad técnica y fortalecer el sistema de atención a la diversidad desde una perspectiva coherente, estructurada y ajustada a la normativa vigente.

En este periodo hemos avanzado de manera significativa en diversos ámbitos. Hemos simplificado la cumplimentación de las solicitudes de colaboración con Creena por parte de los centros y mejorado su gestión a través de Educa. Asimismo, se ha implantado un sistema más ágil para el tratamiento de estas solicitudes, definiendo con claridad la persona responsable de cada una de ellas y a los profesionales participantes a lo largo de todo el proceso.

Se ha desarrollado, además, un trabajo estrecho con las asociaciones que trabajan en torno a la diversidad para identificar con mayor precisión las necesidades del alumnado que requiere Refuerzo Educativo–Adaptaciones Curriculares de Acceso (RE-ACA) y Refuerzo Educativo-Enriquecimiento Curricular (RE-EC). Fruto de este trabajo conjunto han sido 70 los documentos elaborados en castellano y euskara, resultado de numerosas sesiones de colaboración entre Creena y las distintas asociaciones.

Durante este tiempo también se ha elaborado un documento de identificación de barreras a la participación y el aprendizaje que está en proceso de validación; se ha mejorado el seguimiento de los planes de autonomía, hay una guía para su cumplimentación, una aplicación para la revisión del recurso en proceso de pilotaje; se ha avanzado en la definición de los lotes de fisioterapia y se ha establecido un cronograma que recoge mejor los momentos clave de coordinación con el Departamento de Educación. Finalmente, se ha llevado a cabo un análisis de necesidades formativas y se ha avanzado en asumir la propia formación desde Creena, dotándola de una mayor coherencia y sentido técnico.

A lo largo de este tiempo también se ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir avanzando en una reorganización más eficiente de los recursos disponibles, con el fin de optimizar la atención educativa y garantizar respuestas ajustadas y equitativas en todos los centros. Contar con una visión global del sistema, identificar duplicidades, revisar procedimientos y unificar criterios técnicos resulta fundamental para asegurar que cada recurso −humano o material− se utilice de la manera más eficaz posible y llegue allí donde realmente aporta valor. Esta mirada sistémica es indispensable para reforzar un modelo de atención a la diversidad sostenible, coherente y basado en la mejora continua.

El pasado 4 de febrero de 2025 se publicó una nota de prensa del Gobierno de Navarra que informaba de que el consejero de Educación, Carlos Gimeno, había firmado un convenio de colaboración con la Fundación Alegría. Aunque la directora de servicio, Alicia Ruiz, nos había comunicado este hecho, sin detalle, en una reunión que habíamos mantenido unos días antes, el 31 de enero, fue a raíz de la nota de prensa cuando tuvimos acceso al contenido de este convenio. En principio, dicha colaboración podría entenderse dentro de la línea de trabajo que venimos desarrollando, dado que durante este año y medio hemos colaborado estrechamente con numerosas asociaciones y consideramos necesario establecer marcos estables de coordinación entre el Departamento, el Creena y las entidades que trabajan en el ámbito de la diversidad. Avanzar en la formalización de convenios de colaboración nos parece adecuado y necesario.

Sin embargo, este convenio situaba a Creena en un punto central sin que hubiera existido comunicación previa ni participación alguna en su elaboración. Nos enteramos de su firma por una nota de prensa, y tuvimos acceso a su contenido, a partir de la fecha en la que se hizo público, tras solicitar el documento oficial para poder analizarlo con rigor.

Tras recibir el documento y realizar una primera lectura en profundidad, optamos por abordarlo desde una perspectiva constructiva. En lugar de trasladar públicamente nuestras preocupaciones, consideramos más adecuado analizarlo técnicamente y trabajar sobre él. En esta revisión inicial identificamos algunos aspectos positivos que apuntaban a una mejor coordinación y a posibles vías de colaboración con la Fundación. Sin embargo, también detectamos inconsistencias de diversa naturaleza −referencias normativas incorrectas, cuestiones formales y elementos de contenido− que resultaban difícilmente compatibles con la gestión actual de la diversidad, con la autonomía pedagógica y organizativa de los centros educativos y con el propio Decreto Foral regulador del Creena. Como preocupación destacaba la posibilidad de que el personal de la Fundación Alegría, a criterio de la asociación, pudiera acceder a las aulas y distintas dependencias de los centros educativos de Navarra para atender al alumnado con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).

A partir de esta revisión inicial, y sin que nada trascendiera a la opinión pública, elaboramos una propuesta técnica de modificaciones al convenio, que trasladamos a la Dirección del Servicio de Inclusión, Igualdad y Convivencia. Asimismo, solicitamos una reunión con el Consejero de Educación, Carlos Gimeno, como firmante del documento, con el fin de contrastar los aspectos detectados y plantear alternativas que permitieran ajustar el convenio al marco normativo y al modelo de atención a la diversidad vigente en Navarra. Todo ello se hizo desde la máxima lealtad institucional y con la voluntad explícita de contribuir a que el convenio pudiera ser viable y coherente con el funcionamiento de Creena y con el sistema educativo.

Durante este periodo, trasladamos la propuesta técnica de revisión del convenio tanto al Director General de Educación, Gil Sevillano, a la directora del Servicio de Inclusión, Igualdad y Convivencia, Alicia Ruiz, como a la presidenta y representantes de la fundación Alegría, Amaya Ariz y Paula Rodriguez que se mantuvo sobre la mesa de trabajo y de la que se atendieron gran parte de las aportaciones realizadas por Creena. Esta propuesta reflejaba nuestro análisis técnico y buscaba garantizar un marco de actuación coherente con el modelo de atención a la diversidad en Navarra, favoreciendo la colaboración con asociaciones de manera equilibrada y respetuosa con la organización de los centros educativos. Gran parte de las aportaciones y modificaciones realizadas por Creena se atendieron. Sin embargo, la posibilidad de que el personal de la Fundación Alegría accediera a las aulas y a las distintas dependencias de los centros educativos de Navarra para atender al alumnado con TEA se seguía recogiendo.

Hasta la fecha, la participación de Creena en convenios de colaboración se ha limitado al acuerdo firmado con la ONCE en 1991, previo a la creación de Creena en 1993. La ONCE, como fundación semipública, aporta recursos materiales y especializados, y, dentro del programa de Autonomía, Accesibilidad y Empleo en la línea de diversidad visual, participa con un profesional especializado. Este convenio ha sido prorrogado de manera continuada desde su firma. Hemos de contextualizar la firma de ese convenio en los inicios de la Logse, de la integración del alumnado con Necesidades Educativas Especiales en los centros ordinarios, en los que toda la red de atención a la diversidad que hoy en día tenemos en Navarra era incipiente.

En esta línea de colaboración resulta imprescindible delimitar con claridad las funciones y responsabilidades de cada agente, definiendo el rol del profesorado como principal en la intervención directa y la de Creena como complementario y subsidiario. La intervención directa en el aula debe estar reservada a los equipos docentes de cada centro educativo, quienes cuentan con formación específica y experiencia en la atención a la diversidad. En Navarra, a lo largo de los años, se ha consolidado un modelo sólido que combina profesorado ordinario con profesorado especializado, complementado de manera subsidiaria por la labor de Creena. A través de sus distintos programas, Creena colabora con los centros en la identificación de barreras a la participación y al aprendizaje, así como en la mejora de la respuesta educativa al alumnado con necesidades específicas, siempre partiendo del contexto del aula y respetando la autonomía del equipo docente.

La dotación de recursos para atender a la diversidad en los centros educativos se fundamenta en un análisis riguroso de las necesidades de cada centro, realizado por el Departamento de Educación. Tradicionalmente, esta asignación se ha efectuado siguiendo criterios objetivos e índices que garantizan un reparto equitativo. De manera complementaria, Creena, tras el análisis técnico de la situación podía solicitar recursos adicionales para casos que requerían apoyos extraordinarios, contribuyendo a reforzar la atención especializada sin interferir en la organización interna de los centros. Esta colaboración ha sido un elemento clave para garantizar la coherencia técnica del modelo navarro de atención a la diversidad, y su exclusión del último proceso de asignación de recursos para el curso 2024-25 representa una alteración significativa de este sistema.

Además de la dotación de recursos, Creena desempeña un papel fundamental en procesos de asesoramiento, formación, intercambio de experiencias y provisión de materiales que mejoran la práctica educativa. Este conjunto de actividades constituye el ámbito de colaboración y participación de Creena con asociaciones y fundaciones, en el que se han de establecer alianzas, generar sinergias, realizar estudios conjuntos y compartir procesos e investigaciones. Estas actuaciones deben formalizarse mediante convenios de colaboración claros y equilibrados, garantizando que cada actor desempeñe su función dentro de su ámbito de competencia y respetando siempre la autonomía de los centros educativos.

Desde el punto de vista técnico, y considerando la experiencia acumulada en Navarra a lo largo de muchos años, no compartimos la apertura de vías de atención a la diversidad que puedan dar lugar a la privatización de servicios. Tal y como adelantábamos anteriormente, en el convenio de colaboración con la Fundación Alegría se recoge textualmente:

«En el caso del alumnado con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) que, debido a sus necesidades específicas, requiera la intervención de un profesional especializado en atención a personas con TEA, se facilitará el acceso de dicho profesional al aula y a las distintas dependencias del centro educativo. Esta intervención tendrá carácter temporal, hasta que el Departamento de Educación o el Creena pueda proporcionar los apoyos necesarios de forma directa. Se desarrollará en estrecha coordinación con el equipo docente, la Unidad de Apoyo Educativo (UAE) o el Departamento de Orientación del centro, y con los equipos específicos del Creena, garantizando en todo momento una actuación respetuosa con la dinámica del aula y no invasiva para el profesorado ni para el resto del alumnado».

Teniendo esta propuesta como punto de partida, si este modelo se replicara con distintas asociaciones y fundaciones, podríamos encontrarnos con la presencia simultánea de múltiples profesionales externos actuando dentro de los centros, dentro de las aulas lo que generaría confusión, desigualdad y una falta de coherencia en el sistema. Las dificultades para coordinar los diferentes recursos serían numerosas, aumentando el riesgo de interferencias en la dinámica de aula y comprometiendo la actuación coherente de los equipos docentes y de Creena.

Desde hace nueve meses, desde que tuvimos conocimiento de este convenio, hemos realizado aportaciones continuas con el objetivo de mejorar el texto y facilitar que pudiera ser adecuado para firmarlo con esta y con otras asociaciones. Nuestro trabajo se ha desarrollado siempre desde un enfoque técnico y constructivo, buscando garantizar que el convenio se ajustara a los principios de coherencia, equidad y respeto a la autonomía de los centros educativos. A pesar de la complejidad del proceso, esta labor evidencia nuestra voluntad decidida de colaborar y contribuir al desarrollo de un marco de actuación equilibrado y profesional.

Invitamos a todas las personas interesadas en conocer el proceso llevado a cabo a solicitar los tres documentos de trabajo que se han utilizado:

1. Convenio firmado inicialmente.

2. Convenio con las aportaciones realizadas desde Creena.

3. Documento definitivo que el Departamento de Educación presenta como versión final.

El análisis de estos documentos evidencia la voluntad de Creena de mantener un enfoque técnico riguroso, de contribuir de manera constructiva al desarrollo del convenio y de garantizar que las intervenciones se ajusten a los principios de coherencia, equidad y respeto a la autonomía de los centros educativos.

En un momento de las negociaciones se nos comunicó que la Fundación Alegría planteaba este convenio de colaboración por la necesidad de mejorar la atención del alumnado con TEA en la etapa postobligatoria. Si esta necesidad es real, el Departamento de Educación dispone de los mecanismos técnicos para analizarla y proponer soluciones adecuadas. Resulta imprescindible realizar un análisis exhaustivo y riguroso de la situación, evaluando de manera detallada las necesidades del alumnado y los recursos disponibles. Solo a partir de un estudio técnico sólido se puede desarrollar una línea de actuación coherente y alineada con la respuesta a la diversidad que el Departamento y Creena han definido históricamente, garantizando la efectividad de las intervenciones, la coherencia del sistema educativo y el respeto a la autonomía de los centros.

Técnicamente, consideramos que se ha hecho un amplio recorrido a lo largo de los años en post de una mejora en la atención a la diversidad. Seguramente con luces y sombras, con elementos que se han de mejorar. Queda un amplio camino por recorrer pero que sea el análisis riguroso de las necesidades, las evidencias y los conocimientos técnicos los que nos ayuden a proponer soluciones.

Es necesario intensificar la colaboración con asociaciones y fundaciones que trabajan en torno a la diversidad. La experiencia acumulada en este año y medio demuestra que es posible avanzar conjuntamente, compartir experiencias y mejorar las intervenciones educativas, siempre definiendo con claridad los distintos ámbitos de actuación de cada actor. Nuestro objetivo debe ser desarrollar convenios que promuevan la colaboración, sumen esfuerzos y fortalezcan la coherencia del sistema, eso sí, respetando la autonomía de los centros, garantizando que cada recurso se emplee de manera eficiente y efectiva.

Por mi parte, y en nombre del equipo directivo de Creena, una vez agotados todos los canales de interlocución y ante la presentación de una propuesta definitiva de convenio por parte del Departamento en la que se sigue posibilitando que el personal de la Fundación Alegría acceda a las aulas y a las distintas dependencias de los centros educativos de Navarra para atender al alumnado con TEA, y sin haber tenido la posibilidad de debatirla directamente con el consejero de Educación, pese a nuestra disposición continua de colaborar, presento mi renuncia a la Dirección del Centro de Recursos para la Equidad Educativa al considerar que algunos aspectos recogidos en este convenio interfieren directamente con la labor de Creena, afectan a la autonomía de los centros educativos en la organización de la atención a la diversidad y abren la vía a la posible privatización de servicios, comprometiendo la coherencia técnica del modelo navarro que se ha desarrollado a lo largo muchos años.

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