«Retractilidad»
«Los sacrificios serán necesarios, sin duda, pero más importante será la capacidad para reasignar los recursos de manera eficiente, huyendo de las presiones de los lobbies y de las estructuras de gasto improductivo y descoordinado en nuestro sistema económico. Más importante que los inevitables recortes de un presupuesto desbocado que gasta más que lo que recauda (en julio 101.000 millones de gasto frente a 52.000 de ingresos) será también garantizar lo esencial de nuestro sistema de bienestar; distinguir lo esencial de lo accesorio como reto fundamental».
Estas palabras, podían muy bien ser parte de un programa de gobierno y a la vez mensaje de esperanza a los ciudadanos, no para salir de la crisis, sino para ayudar a sobrellevar la inevitable caída de un sistema de gobierno económico caduco e ineficaz, que se resiste a asumir que el decrecimiento y no los recortes, es la única salida, considerando que decrecer, es crecer también... pero de otra manera.
El autor de esas «recetas» humanas, destaca lo que sería el alma de futuro para este pueblo: «En una Europa que se centraliza en torno a las nuevas atribuciones de la Comisión y del Parlamento Europeo, resulta fundamental constituirse en una Euroregión especializada fuerte y autónoma, que pueda ser oída porque su situación económica y social le permite ser escuchada en lugar de ser rescatada».
Desde que gobierna, pero en particular los últimos días no cesa la crítica mediática al último gesto de «parálisis» (¿o moverse de otra manera?) del diputado general Martín Garitano cuando anunció que no va a tomar ninguna medida anticrisis. ¿No es una medida real anticrisis que Gipuzkoa haya sido el único territorio del estado que en el presente ejercicio fiscal con facturación a la baja haya recaudado mas que en el anterior del PNV con los mismos contribuyentes?. Poco han destacado esa misma prensa estos únicos ‘brotes verdes’ de todo el estado; nada han mencionado de las razones de este incremento con los mismos contribuyentes y facturando menos... ha sido Bildu.
Sin duda que los maximalismos son malos compañeros en la gestión de lo público como dijo algún comentarista, pero la gestión de lo público se vuelve estéril cuando se da lo que –refiriéndose a la indiferencia– dice Antonio Gramsci: «Es la fatalidad, aquello con lo que no se puede contar, lo que altera los programas, lo que trastorna los planes mejor elaborados, es la materia bruta que se rebela contra la inteligencia y la estrangula».
Llegado a este punto, destacar la indiferencia y desafecto mostrados hacia ciudadanos y pueblos ibéricos por parte de todos los gobiernos posteriores a la República hasta la dictadura económica e intervencionismo lastrante del de hoy, más dado a asfixiar las raíces que a podar las ramas, sin reparar en que la savia que las alimenta va de abajo arriba, al igual que la fuerza de los ‘caballetes’ que sostienen esa pesada losa institucional del estado español.
A este «atado y bien atado» se refiere la corresponsal alemana en Madrid de la empresa SCM Communications Stefanie Claudia Müller, –muy cercana al mundo de la alta empresa y la CDU– cuando tras la visita de Merkel a Rajoy, publica un artículo en varios periódicos económicos alemanes titulado: ‘El ignorado articulo publicado en Alemania sobre la situación real de España’. Lo subtitula ‘Artículo fraude’, –por la censura en la prensa española hasta en Google– y como economista señala las causas, las claves de los culpables y soluciones a nuestra crisis particular: «La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio. Unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente (aparte el fraude fiscal consentido) en un sistema de corrupción y falta de transparencia. Así, nunca hablan de cuál es la alternativa a “La Casta” ¿un tecnócrata elegido por el BCE? ¿O quizá y siguiendo la tradición ibérica un militar que ponga todo en orden?....» termina preguntándose la corresponsal Müller.
La terca realidad hispana, analizada con la radicalidad que exigen los tiempos que corren –que como dice el autor: «representan mas un cambio de era que una era de cambios–» demostrará que sin esa poda, cualquier medida anticrisis no servirá de nada, porque no hay empresa que lo resista. Así, bajo la sombra de esa histórica mentalidad retractil y presión del lobbie estatal hacia los pueblos periféricos, las palabras del diputado general cobran sentido, al saber que ante tanto roto y descosido, el ‘vestido’ institucional no admite ya mas parches pues no queda tela original donde ponerlos; solo resta la ruptura con esa cultura política y entre todos confeccionar uno nuevo... o cada uno el suyo.