José Luis Úriz Iglesias
Afiliado al PSC viviendo en Navarra

Sánchez, Curiel, Otegi

¿Qué tienen en común Sánchez, Curiel y Otegi? Quizás algo más, pero en principio sólo que las casualidades han hecho que sean noticia en dos días consecutivos, el 1 y 2 de Marzo por motivos muy diferentes.

Las tres, aunque pueda parecer polémico, son o han sido figuras relevantes de la política en nuestro país. El primero, Sánchez el que lleva menos recorrido, porque el 1 va a tener que demostrar que su decisión de «tirarse a la piscina» en el proceso de investidura ha sido porque ya la veía llena, lo que evitaría un incidente grave que pusiera en riesgo su integridad política.

Ese día deberá ir con los deberes hechos y dándole los números, porque de lo contrario su paso habrá sido de muy corto recorrido, además de haber puesto en riesgo el futuro del PSOE y quizás de la izquierda en general. Sólo dos opciones tiene para evitarlo, presentarse sólo con los votos de Ciudadanos después de su pacto y la abstención del PP, o sea con la aquiescencia de la derecha y por tanto rehén de ella los próximos años, lo que supondría una traición a su base social, «vender su primogenitura por un plato de lentejas», o bien haber hecho un esfuerzo de imaginación, audacia y generosidad y acudir también con los votos de Podemos, IU y el apoyo de PNV.

De lo contrario condenaría a este país a unas nuevas elecciones de resultado incierto, aunque todos los sondeos recientes demuestren que la izquierda pierde y que después de esas elecciones tendrá menos fuerza que ahora. Lógico teniendo en cuenta que su electorado verá frustrada su ilusión por un cambio desde esa zona ideológica y castigará, quizás duramente, a los causantes de esa frustración.

Ese día 1 por lo tanto es su día de la verdad y quizás el que marcará el devenir de la izquierda en este país. Ojalá salga indemne de ella, porque significará que todas y todos lo haremos también.

El día siguiente el 2, se recuerda un triste aniversario, 5 años de la pérdida de uno de los pocos ideólogos que le quedaban a la izquierda: Enrique Curiel. Un político de los de antes, de esos que se echan de menos ahora, íntegro, cabal, sensato, generoso, lúcido, de izquierdas.
 
Pero por encima de todo excelente persona, amigo entrañable, constructor de puentes por los que comunicarse gentes muy diferentes, la prueba fue los artículos de homenaje firmados por políticos tan diversos como Santiago Carrillo o Nicolás Sartorius, con quienes compartió la dirección de un PCE en momentos convulsos unieron sus firmas a pesar de sus discrepancias, Txiki Benegas, Odón Elorza, compañeros en el PSOE junto a gentes tan diversas como Patxi Zabaleta, Xose Manuel Beiras, José María Mohedano o Fernando López Agudín, incluso el miembro de Sortu, Pernando Barrena con quien compartió mesa, charlas y mantel. Una riqueza plural como la que mantuvo en su larga trayectoria política.

Releyendo sus artículos se observa su preocupación por las tensiones centro-periferia heredadas de la I Transición que vivió en primera persona, y que le llevaron a ser premonitorio sobre el conflicto con Catalunya y en cierto modo con Euskadi que conocía mejor. Seguro que ahora apostaría por alzar su voz en el Comité Federal a favor de conseguir con la generosidad que él tenía un Gobierno del Cambio de Izquierdas sumando a Podemos e IU. También la necesidad de soluciones para ambas nacionalidades a través del reconocimiento del derecho a decidir, explorando vías como las del artículo 92 de una Constitución que ayudó a elaborar y de la transformación de nuestro país en un Estado Federal Plurinacional. Su trabajo incansable a favor de la paz también merece que algún día alguien se lo reconozca.

El tercer protagonista también el 1 de Pedro Sánchez es Arnaldo Otegi, que sale después de cumplir su condena completa de 6 años, por impulsar la alternativa Bateragune en el seno de la Izquierda Abertzale. Supuso el diseño de una propuesta con la que se consiguió acabar con ETA antes de tiempo, logrando culminar así el gran trabajo policial, judicial y de colaboración internacional, más el apoyo de una sociedad vasca hastiada de tanto horror. Como pronosticábamos algunos el final definitivo de ETA vendría desde dentro, desde su propia reflexión y análisis y así fue.
Liderados por Otegi, con el apoyo de  Rafa Díez Usabiaga, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez se confrontaron con sus militares y llevaron a la izquierda abertzale al lugar que ocupa ahora, alejada de la violencia y aceptando las reglas de juego democráticos. Se acabaron para Euskadi especialmente pero también para el resto del estado, los días de «plomo y fuego», de sufrimiento colectivo, de canalladas, asesinatos, extorsiones, miedo. Quizás algunos, especialmente en Madrid lo hayan olvidado demasiado rápido.

Ahora vuelve a la libertad y a pesar de que la Audiencia Nacional ha dictaminado su inhabilitación política hasta 2021, todos los juristas solventes apuestan porque al no concretar a qué tipo de convocatoria electoral hace referencia, lo normal es que pueda liderar a la Izquierda Abertzale en las próximas elecciones autonómicas del próximo otoño.

Ahora está por ver si su tirón como líder carismático de ese sector social puede propiciar su recuperación, ante el empuje imparable de Podemos que la relega según las últimas encuestas a la tercera posición. ¿Qué pasaría si pudiera recuperar la segunda y la suma de IA, Podemos y PSE consiguiera la mayoría absoluta con un gobierno de Sánchez en Madrid? Más aún si como se prevé para entonces se haya concretado el desarme total de ETA y tomado medidas para solucionar el problema de los presos.

¿Sería posible un Otegi lehendakari con apoyo del resto de la izquierda, Podemos y PSE, con una Euskadi en paz? Bueno, suena a política ficción pero en política tal y como van las cosas todo es posible. Eso independientemente de lo que cada cual opine sobre su errónea actuación en el pasado.

Tres figuras, tres políticos con sus luces y sus sombras, Curiel y Otegi se cruzaron en el pasado, Sánchez y Otegi es muy probable que se crucen ahora, ojalá haya la misma comunicación socialista-abertzale de los anteriores, eso servirá a ambos países para comunicarse mejor, para consolidar definitivamente la paz, los puentes y solucionar las tensiones centro-periferia. Ojalá.

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