Saneamiento de Urdaibai: el gran olvidado de los presupuestos de Urkullu
El ya cercano 2014 es un año especial –no precisamente de orgullo– para Urdaibai y su injustamente inacabado plan de saneamiento integral.
Aparte de otras aprobaciones y declaraciones de la Unesco, Gobierno central y Gobierno vasco desde de hace 30 años, han transcurrido 10 desde que el Consorcio de aguas de Busturialdea aprobara definitivamente el Plan de Acción Territorial de Saneamiento de Urdaibai, pero el panorama que se nos presenta, desgraciadamente, es desolador e incomprensible si el presupuesto del Gobierno Vasco para 2014 se aprueba sin modificaciones en cuanto a la financiación de las obras diseñadas en el PAT de saneamiento de Urdaibai.
Urdaibai, la única reserva de la Biosfera de Euskadi y, por otra parte, el único ámbito de la CAV por tamaño de territorio que no cuenta aun con un sistema de recogida y depuración adecuado de sus aguas residuales.
Estudios de la UPV-EHU alertaban (2008) en Urdaibai de la elevada contaminación de sus aguas estuarianas. URA y Azti (2012) establecen que en el estuario del Oka no se alcanza el buen estado químico de las aguas. El Departamento de Sanidad del Gobierno vasco alerta todos los veranos sobre la alta concentración bacteriológica en las playas del estuario de Urdaibai. ¿Cómo puede ser que un territorio tan protegido y reconocido por sus extraordinarios valores medioambientales carezca aun de una efectiva obra de recogida y depuración de sus aguas residuales?
¿Cómo es posible que esta obra, rara avis en Euskadi, habiendo concitado la voluntad de todos, repito, de todos los grupos políticos de la Cámara de Gasteiz a lo largo de los últimos años (al menos a nivel de declaración) carezca aun de la financiación necesaria para su finalización?
En 1994, el Gobierno español declaró esta obra de interés general del Estado y adquirió el compromiso de construir la depuradora de Lamiaran. La red de colectores correspondía, por tanto, a las instituciones vascas.
En 2003, el Gobierno vasco firmó un convenio de colaboración con el Consorcio de Aguas de Busturialdea mediante el cual el organismo autonómico se comprometía a financiar la red de tuberías que conectasen los municipios de la margen izquierda de la ría de Mundaka con la Edar Lamiaran, desde Muxika hasta Bermeo, y dispuso a tal efecto 35 millones de euros, que era lo que entonces se preveía que costaría la obra. Por su parte, el compromiso adquirido por el consorcio de Aguas de Busturialdea alcanzaba a la redacción de los proyectos, la tramitación de los permisos, la gestión de los terrenos y la contratación y dirección de las obras de referencia.
Al finalizar la redacción de los proyectos constructivos de detalle (2005), se comprobó que la partida inicial comprometida de 35 millones de euros resultaba del todo insuficiente para ejecutar la totalidad de las actuaciones, y que estas costarían en realidad el doble de ese importe. Sin embargo, nunca se ha reservado partida económica adicional suficiente en los sucesivos presupuestos de los ejecutivos Ibarretxe, López y Urkullu. Pues bien, a las puertas de 2014, tanto la Diputación Foral de Bizkaia como el Consorcio de Aguas de Busturialdea han cumplido con sus compromisos y el Gobierno español, aunque con un retraso de 20 años, también lo ha hecho.
¿Es esta la manera de defender mejor los intereses de Euskadi?
Por tanto, la depuradora de Lamiaran que ha sido diseñada para dar servicio a los casi 65.000 habitantes equivalentes (doméstica e industrial) comenzará a funcionar en breve, pero lo hará, lamentablemente, dando servicio tan solo a los municipios de Bermeo y Mundaka, cuyas redes son las únicas que están preparadas para conectarse con la depuradora.
El Gobierno vasco, pese a conocer desde la redacción de los proyectos, es decir, desde 2005, que 35 millones de euros eran insuficientes para ejecutar todas las obras y que para tal fin eran necesarios 50 millones de euros adicionales, desde los presupuestos de 2004 hasta los de 2014, ninguna partida adicional ha sido destinada a ese respecto, y ello a pesar del constante, discreto y leal esfuerzo hecho por el Consorcio de aguas de Busturialdea.
Durante 2013 también hemos realizado reuniones en las que hemos solicitado al Gobierno vasco que contemple, si no todas, parte de las inversiones necesarias para la consecución de esta obra, como pudieran ser los 17 millones de euros necesarios para la estación de bombeo de Sukarrieta y su conexión con Edar Lamiaran. Lo cual posibilitaría que entrasen a la depuradora comarcal las aguas fecales de Busturia y Sukarrieta, y no solo las de Bermeo y Mundaka.
El Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno vasco ha contado para 2014 con un presupuesto de 650,8 millones de euros, ni un solo euro para el saneamiento de Urdaibai. Injustificable.
«...la única reserva de la Biosfera de Euskadi siga vertiendo sus aguas residuales directamente al mar, menos aún cuando el anterior Ejecutivo [refiriéndose al de Ibarretxe] tenía previsto, entre sus acciones, la culminación de esta obra prioritaria para Urdaibai», decía Unai Rementeria, actual Diputado de Presidencia y portavoz de la Diputación Foral de Bizkaia, en su época de parlamentario del PNV en la Cámara de Gasteiz (06/02/2010). Asimismo, afirmaba: «espero que en los presupuestos para 2011 exista un reflejo evidente de impulso de esta obra y no quede, al igual que nos tiene acostumbrados, en meras soflamas y titulares de prensa. Nosotros desde nuestra posición, y como residente en la comarca, así se lo exigiremos».
Siento decirles que no lo hubo, ni en 2011, ni en 2.012 ni en los que se han presentado para 2014.
Pues bien, no hace falta recordar que las prioridades no se miden con buenas intenciones y/o palabras, sino en compromisos de inversión reales y materializables, que son precisamente las que faltan para esta comarca y que, visto lo visto, habremos de seguir exigiendo para que Urdaibai, la zona más amplia de toda la comunidad autónoma que no cuenta con un sistema de recogida de sus aguas residuales, al fin pueda hacerlo.