Lola Gómez Pérez, J.A. Sánchez Cadaveiro (*)
Personal de enfermería de Servicios Centrales del Hospital Santa Marina

Santa Marina, centro piloto de políticos

Este hospital, de los más antiguos de Bizkaia, está situado en el monte Avril de Bilbao, en un entorno inmejorable para un hospital. En los años treinta fue un centro dedicado a enfermedades del tórax, pero prioritariamente al tratamiento de la tuberculosis, prestando un inmejorable servicio en los años de posguerra.

En los años 70-80, y con la entrada de una plantilla joven (sobre todo de enfermería), se apuesta por la modernización y adaptación de sus estructuras. Una apuesta personal por parte del médico de este centro y director gerente (elegido por sus propios compañeros) J. Miguel Insausti Ordeñana, gran profesional y gran persona.

En el 83 fuimos el primer hospital transferido al Gobierno Vasco. Se consiguió abrir quirófanos, consultas externas, servicios nuevos como cardiología, alergología y medicina interna manteniendo siempre en las cuatro plantas de hospitalización un 80% de ocupación. Hubo un aumento de plantilla en todas las categorías (aunque insuficiente).

Pero trabajábamos bien y considerábamos nuestro trabajo como un servicio al paciente muy gratificante… nuestro trabajo reconocido… Había calidad y calor humano en la asistencia, en fin, empezó a ser un centro referencial en Bizkaia, sobre todo para enfermos crónicos.

Al constituirse Osakidetza, con I. Azkuna como primer Director General, empieza en los hospitales un baile de gestores de los diferentes partidos que mandaban en Osakidetza en cada momento, y así hasta el día de hoy.

Cada uno venía con su librillo y su plan estratégico debajo del brazo. La mayoría no habían estado en Santa Marina ni de visita, pero todos iban a hacer grandes cosas y cada uno le ponía un título a lo que debería dedicarse el hospital: crónicos, agudos, subagudos, pluripatológicos, geriatría, etc. No se lleva a cabo casi nada porque antes los llevan a otro sitio. No les importaba contar con la plantilla: con cuatro afines y el equipo directivo ya tienen bastante.

Los que han pasado por nuestro hospital y han sido cesados, bien porque tocaba otro color político o bien por recambio, no los hemos visto nunca en el paro (quizá haya alguna excepción). Luego han estado en cargos de concejales, en los aparatos de sus partidos, como gerentes de grandes mutuas aseguradoras, de parlamentarios e incluso como directores de gestión en la misma Osakidetza. Acción y reacción: cuanto más sube el que se va, más bajo queda lo que dejan.

Las consecuencias de estas situaciones las estamos viviendo los trabajadores y trabajadores, con hechos que queremos y debemos denunciar ante la opinión pública, quien al final debe ser la fiscalizadora de los políticos.

El último equipo directivo llegado a este centro, lo hizo con los colores del PSOE, cuatro personas de las que ninguna conocía el hospital… y en ello estamos.

Estos no aumentan la plantilla estructural, sino que disminuye… amortizaciones de puestos de trabajo, aumento de las cargas de trabajo, disminución de salarios y horarios, disminución del número de sustituciones (excepto cuando es imprescindible, como en el servicio de urgencia, que con siete boxes y cuatro camas de observación tienen una enfermera y una auxiliar por cada turno de trabajo).

Toda esta situación no se corresponde para nada con las explicaciones y las exposiciones que el consejero Darpón ha hecho en el Parlamento y en los medios de comunicación. Dice que apuesta por dar una asistencia buena y adecuada a los enfermos crónicos y dice creer que tiene que contar con los profesionales, cuando la realidad hoy en nuestro centro y en otros de la red no es ésta.

Lo cierto es que muchos profesionales vemos que en la práctica se nos está desmotivando, que no se valora el trabajo de gente que hemos apostado toda nuestra vida por la sanidad pública, por Osakidetza y después de 20, 30 y hasta 40 años llega un gestor de esos de confianza y les dice que les va a meter la mano en la nómina y además, que debe estar agradecido porque tiene trabajo; trabajo conseguido en una oposición

Los trabajadores y trabajadoras de Santa Marina, con este artículo, lo único que queremos es denunciar las situaciones que se viven en nuestro centro donde, nosotros y nosotras seguimos apostando por poder garantizar una buena asistencia a nuestros enfermos y enfermas, y para eso, poder trabajar en unas condiciones dignas.

(*) Firman este artículo también: Milagros Urdiales, Carmen Cosio, I. Urdian, Lucia Marcos, Jasone Roldán, Patricia Pérez, Francisca Villamor, Itziar del Olmo, Ana Magdaleno, Montse Cantero, Arantza Gerediaga, Nati Marcos, Mª Begoña Mesa, Margarita García Sánchez, Asunción Giménez Francés, Mª Cruz Carcedo.



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