Solaria, sus engaños y los colaboradores necesarios
Vivimos tiempos en los que la desinformación y el pensamiento líquido lo invaden todo; tiempos propicios para los expertos en el disimulo de su verdadero ser. Tiempos propicios para engañar a la gente y seguir adorando a la Diosa Codicia; el tiempo de Solaria, quien nos acosa de nuevo. Solaria no escucha a la gente. Le dan igual las comunidades en las que pretende instalar sus negocios y además lo hace saltándose la más elemental ética empresarial e institucional. Pero necesita colaboradores necesarios, y aquellos que juegan a dar «curso legal» a su nueva intentona de acoso, debieran reflexionar muy seriamente sobre lo pernicioso de su actitud y sobre qué futuro pueden estar sembrando en nuestra sociedad.
Estos días hemos sabido que Solaria, esa empresa depredadora del IBEX35, vuelve a la carga en Araba. Lo hace, como nos prometió uno de sus directivos, con esa actitud propia de quien se siente impune. Solaria ha vuelto a registrar sus proyectos Zierbena Solar 2, 3 y 4 y la línea de muy alta tensión de alrededor de 100 kilómetros hasta Zierbena, en el Departamento de Industria. A ellos les da igual que todos los ayuntamientos y concejos afectados les rechacen en pleno, y que sea masivo el rotundo «Horrela Ez» de la población.
Todos sabemos que los megaproyectos fotovoltaicos de Solaria no tienen recorrido sin colaboración institucional. Aprovechan un vacío normativo que propicia este tipo de situaciones abusivas. Pero no nos quedemos mirando el dedo de Solaria, sin ver la luna de los responsables de la administración pública vasca. Si Solaria insiste es porque la ordenación del territorio en Euskadi es un auténtico desastre. Reflexione cada cual, sobre quién es el responsable de esta situación que nos deja a los pies de los caballos de los acosadores de turno.
Solaria corre ávida para evitar un marco normativo aún provisional, el nuevo Plan Territorial Sectorial (PTS) de energías renovables contra el que la propia empresa alegó en su día para hacerlo aun menos regulador y garantista. Si bien el actual PTS en proceso de aprobación, es claramente insuficiente para planificar de manera ordenada y racional el despliegue de las renovables en Euskadi, y que considera además Araba como territorio sacrificable en Euskadi, Solaria sigue sin saciar su sed de dividendos.
Solaria se debe de estar regocijando al ver como el Departamento de Industria del Gobierno Vasco da curso a su estrategia de acoso, y al alimón ignoran el PTS de energías renovables (muy mejorable) en curso de aprobación o el Plan Territorial Parcial (PTP) de Álava Central, actualmente provisionalmente aceptado, que indican la imposibilidad de establecer grandes infraestructuras de energía renovable en tierras de alto valor agrológico, o a menos de 500 metros de zonas urbanas, así como a respetar mínimamente los criterios asociados a las cuencas visuales que establecen un límite máximo de ocupación del suelo.
Nuestra sociedad debe saber, pues, que si Solaria ha decidido seguir adelante, es en parte porque ha mediado una decisión política en las instituciones que se lo están permitiendo. No hay propaganda política que limpie esta realidad. La decisión de que Solaria siga adelante o se vuelva al Paseo de la Castellana en Madrid corresponde directamente al Departamento de Industria, quien otorga la autorización industrial, y la declaración de impacto ambiental favorable. Han podido y siguen pudiendo decirles desde ya, que así no (horrela ez). Seguimos a la espera.
El Departamento de Industria ya recibió nuestras alegaciones técnicas al proyecto Solaria-Zierbana Solar 2, 3, 4 y la Línea de Muy Alta Tensión hasta Zierbena, que objetivamente muestran que estamos ante una tropelía inaceptable que además no encaja ni con la normativa que será aprobada en breve (p. ej., PTS) y que Solaria busca sortear. Pero es que ni siquiera hemos recibido respuesta del Gobierno Vasco a nuestras alegaciones técnicas 10 meses después de haberlas presentado. Es más, sabemos que Solaria recibió del Gobierno, de forma muy colaboradora, todas las alegaciones filtradas por temas para facilitarles el trabajo. Nos encontramos, pues, ante una situación de vulnerabilidad y permanente acoso que es no solo intolerable, sino que deja a la sociedad civil ante una indefensión ante quien, se supone, «debiera cuidar de los intereses de la ciudadanía». Si el Gobierno Vasco permite que Solaria se salga con la suya mediante estas tropelías, será uno de los principales responsables de que Araba se declare en ruina ambiental, social y cultural. Y no habrá marketing institucional o publirreportajes en prensa que puedan maquillar este hecho. Recuerden que es muy peligroso el sentimiento de agravio que están sembrando en Araba.
Nuestras comunidades están bien organizadas y van a pelear lo que haga falta para defenderse de este acoso que una sociedad que se pretende democrática no debería permitir. A algunos partidos políticos les deberíamos recordar más a menudo que las instituciones no les pertenecen, sino que la sociedad les ha fiado su gestión, debiendo ser esta ética y transparente. La transición ecosocial es totalmente necesaria y así lo defendemos en el día a día desde nuestras asociaciones, pero también recalcamos que esta transición hay que hacerla bien. Utilizan el derecho de forma torticera, como si hubiera vacíos legales que les permiten hacer lo que quieran, por la dejadez de los poderes públicos y permitir así tropelías como la de Solaria, y eso no es en ningún caso aceptable. Las instituciones públicas no deberían olvidar que, como dijo alguien, «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Nos tendrán pues enfrente trabajando por una transición ecosocial justa y haciendo hincapié en que no hay justicia sin ser tenidos en cuenta.