Fátima Andreo Vázquez
Exparlamentaria de Podemos Ahal Dugu

¿Sumar para qué?

Unión sí, por favor. Pero unión y suma para tener un acuerdo concreto que defender.

Parece que hay personas dentro de IU-EB que cuestionan el acuerdo al que se ha llegado por parte de su partido y de otras fuerzas de izquierda en nuestra comunidad. Y yo me pregunto, ¿cuál es exactamente ese acuerdo? ¿Tendrán razón? Me lo pregunto porque, a pesar de ser afiliada a uno de ellos sólo he recibido un escueto mensaje informando de que se había llegado a un acuerdo para una coalición electoral. Nada de programas y objetivos de la coalición, nada de información durante el proceso o de la petición de aportaciones, más allá de que, al parecer, se quiere apostar por políticas claras y rotundas en beneficio de la ciudadanía navarra. Y por entrar en el próximo gobierno de Navarra, se entiende. De ahí mi preocupación. ¿Será cierto que sólo se han acordado puestos? ¿Que la propuesta es hacer un seguidismo al gobierno que se conforme?

Porque una cosa es instalarse en la crítica a tu propio gobierno y otra el conformismo absoluto con sus políticas. Vamos, la postura de Podemos Ahal Dugu durante esta legislatura. Postura que, según varios sondeos, y como sería de esperar, no le reportaría muy buenos resultados entre sus votantes.

Otra cosa es la postura que ha seguido IU-EB (y EH Bildu, que sí que, también es verdad, cuenta con más capacidad para hacerlo –léase más parlamentarios y parlamentarias–), llegando a acuerdos pero con discrepancias y pidiendo, dentro de sus posibilidades, políticas más de izquierdas.

Porque eso de la izquierda que sume está muy bien; es incluso imprescindible en estos momentos. Lo que no debe evitar que nos planteemos el para qué. ¿Unión de izquierdas para conseguir qué propuestas concretas?

En la anterior legislatura se llegó a un acuerdo de gobierno que, habiendo sido aprobado por todas las partes, es decir, siendo de todos y de ninguno, era audaz en muchas propuestas, era concreto, contenía plazos, porcentajes, y se materializó en gran medida.

Lo de las políticas claras y rotundas en beneficio de la ciudadanía está muy bien. Nada que oponer. Pero si el acuerdo va a quedarse en vaguedades y generalidades que luego se quedan en nada, que no se defienden durante la legislatura transformándose en acciones concretas; si lo que se va a conseguir con la suma es algún consejero/a más de izquierdas en el gobierno, pero con nula capacidad de presión en el mismo, para eso no hacían falta estas alforjas.

Sé que en la izquierda estamos muy hartos y hartas de las críticas públicas cainitas, de las acusaciones mutuas en los medios. Yo lo estoy. Por eso pretendo que mis aportaciones sean positivas, que aporten algo al proceso que aún está en marcha y que tiene todavía un año por delante para su mejora. Y como desde mi partido no se nos han solicitado dichas aportaciones, lo hago desde aquí. Unión sí, por favor; como pedimos hace cuatro años para Burlada y cuya ausencia nos costó una alcaldía ejemplar. Pero unión y suma para tener un acuerdo concreto que defender.

La unión que defiende Yolanda Díaz pasa por escuchar primero a la ciudadanía. Todavía estamos a tiempo. Porque algo que nos pueden enseñar las recientes elecciones en Andalucía es que sumar no es suficiente. Allí el adelanto electoral dificultó el proceso de coalición y desde luego las luchas internas no ayudaron. Pero sumar no es suficiente; ni siquiera sumar sin luchas públicas internas. También hay que convencer. Y para eso la escucha y la credibilidad de las propuestas son fundamentales.

Así que, ánimo. Aun hay tiempo. No desaprovechemos otra oportunidad.

Buscar