Benjamin Zufiaurre
Catedrático jubilado de Didáctica y Organización Escolar. UPNA

Sumar y multiplicar: estilo y estilismo

Quedan apenas dos semanas para que los sumatorios de derechas puedan, si es el caso, reiniciar la reconquista con sus partidas de parchís en el quita y pon del «yo mí/nos conmigo» y algo para quienes conmigo están. Entre toros, machitos y hembristas de pro, los iluminados en el negacionismo de todo: cambio climático, «igualdad», maltrato y... se balancean entre proclamas cañí: «café con leche en plaza Mayor»; «cañitas y bocatas de calamares»; de «Madrid al cielo pasando por Madrid»... y poco más. Madrid quiere tener playa de «verano azul», sin agua. Y una vez matado el infiel, tienen tiempo para recortes, para sobresueldos, y para privatizar a manos llenas y bolsillos abiertos.

Mientras tanto, los Sumatorios de izquierdas marchan con el pie cambiado. Los de tamiz socialista, abren su espacio interclasista entre un expresidente (en funciones), sus huestes, y ZP, y un nuevamente presidente de un trozo de la España central y centrada, y un siempre ex. Se desnortan, sin embargo, con sus miedos y contradicciones porque el: -qué conviene-, no ayuda a crecer en empatía, en solidaridad y en servicios. Los Sumatorios más allá de... son, mientras tanto, algo así como un marchamo sin rumbo de lo que se podría bautizar como izquierdas de lugares comunes con propuestas para, dícese, responder a las necesidades de la gente. No queda, sin embargo, claro qué gente: ¿la siempre dispuesta a recibir regalos? Banderas hay las, protagonismos particulares también, pero aspirar a un cambio tranquilo y sin ruido, cuando cambiar en profundidad provoca siempre ruido, ilumina algo así como poco atrevimiento, déficit de ideas y de propuestas: ¡Muy pobre como nueva izquierda!

¿Qué modelo de Estado -centrípeto / centrífugo-, se toma por santo y seña en este Sumatorio? Hace ya 45 años, se desveló la piedra filosofal de un Estado de las Autonomías para acercar los servicios. Este espíritu, hoy no reluce con un orden Autonómico que funciona como contrapoder para no hacer ni dejar hacer y para responsabilizar a otros del no hacer. Otros referentes serían bienvenidos tal que, por ejemplo, un estado federal republicano para mirar al futuro haciéndolo mejor. Pero esto, ni es tranquilo ni se hace sin ruido. Ligado a esto: ¿Se puede hoy reivindicar más gasto para servicios y ayudas «xx» cuando se anuncian tiempos de ajuste de déficits en la U.E.? Pues propuestas como repartir 1000 euros, subsidios, y otros, hay que repensárselas cuando la economía está funcionando merced a ayudas y políticas de subvenciones para controlar el IPC.

En el Sumatorio, Más Madrid - País, lleva como banderas cierto ecologismo de ciudad y la defensa de una sanidad pública «comme il faut». Pero algunos que militamos los años 1970/80 en un saber hacer ecologista: publicaciones Alfalfa, Ecotopía y... creemos que se puede mirar más y mejor en ecologista con otro perfil y saber hacer. El cambio climático, la sequía extrema, la desertificación, el calentamiento global, sostenibilidad, revolución tecnológica... son términos de grueso contenido. Y hay que saber contraponer bien y mejor, rigor y propuestas, con la frivolidad impostada de las derechas. En otro sentido, reflexionar sobre la salud, y mejorarla con nuevas y más prestaciones, tomando como ejemplificación una capital que se cargó estos servicios, no sirve, porque bien se dejaron y, más allá de proclamas, no propusieron alternativas. ¿Qué modelo sin ruido y tranquilo se ofrece para estos y otros servicios para atender las necesidades de la gente? Las derechas recurren a reducir el IRPF y a privatizar. Pues toca hacer ruido del bueno, y éste, debiera mejor explicarse porque, Madrid hoy, es una reserva de la ranciedad de la cañita y… del café con leche en…

Suman también divinidades que dicen vender un saber hacer en Valencia, que no es tanto. Pero es que, además, si los Sumatorios de Madrid y de Valencia: -que no se quisieron unir con otros el 28 M. y que hoy quieren asentar marca para el 23 J.-, hubieran sumado fuerzas el 28 M, los resultados en Valencia hubieran sido otros. Y en Madrid, no se hubiera involucionado a mayorías absolutas. ¡Pero la no unión el 28 M, fue intencionada! También en el Sumatorio, colectivos y regionalismos más atomizados por territorios. ERC, Bildu, BNG, excluidos de «Sumar», M. Oltra... ni están, ni se les espera. Y debieran haber sumado, no así restar, para que el crecimiento centrífugo -más allá de un estatal centrado que tiene sobrados defensores-, pueda ser creíble. ¿Acaso compartir liderazgo: -en saludable- no encaja? Pues piénsenselo para las próximas elecciones europeas: ¿Y por qué no plantearse una Republica Ibérica con capitalidad en el Atlántico y en el Mediterráneo?

Propuestas sobre la educación, ni están en campaña, ni parecen preocupar mucho. Se resumen a lugares comunes de ratios, más docentes... ¡Hay con el proteccionismo del mi hijo me hace! Los últimos años, la Formación profesional, se ha reorganizado a mejor, pero muchos cambios se han formalizado en despachos. Y esos tópicos de sobre cualificación, se pierden en la palabra. Pero eso sí, debe repensarse el mercado laboral para vivir con dignidad. En educación, hay modelos donde mirar, prácticas que cambiar y mucho por hacer: revisar la concertación de los dineros y en qué se gasta, marcar diferencias entre derechos laborales y comprometerse en hacer lo que se debe, encajar autonomía, liderazgos, y … Hay mucho que reajustar. Pero estos cambios solo se podrán hacer con ruido, paso a paso, sin pausa ni tranquilidad. Una amiga: consejera de Educación de Asturias en tiempos de pandemia, quiso remontar «en un a más». Y según datos PIRLS, en dos años avanzaron en comprensión lectora. Y ¡Qué hay con la inmigración: los necesitamos más o menos, ¿cómo los integramos...? Esto también moviliza mucho ruido. Falta mano de obra, no hay trabajadoras/es disponibles para atender servicios... Y, además, hay que recibir y tratar con dignidad a quienes vienen para mirar al cambio sin miedo ni pundonor. Hay que intervenir también y, con ganas, en seguridad ciudadana…

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