Testimonio contra el silencio
Soy socia de Fagor Electrodomésticos con una trayectoria de 25 años. No se ni por donde empezar esta denuncia, se está hablando mucho de nosotros y de la M.C.C., y de lo buenos que son ellos (dando soluciones al descalabro que han hecho) y de lo malos que somos nosotros y lo que no sale a la luz pública es cómo internamente se están haciendo las cosas.
Sí, es cierto que se está reubicando a las personas, lo que no se dice es cómo, ni bajo que premisas ni condiciones (no hay trabajo indigno, pero si hay condiciones indignas), muchas de las reubicaciones son como un castigo, no se está mirando ni los puestos que hemos estado desempeñando, el valor añadido que hemos aportado, ni nada.
De aproximadamente 1.700 socios (mutualistas de Lagun Aro), 280 socios de Edesa y 180 trabajadores de Grumal, a unos 300 (mayores de 55) se les plantea una prejubilación con el 80 del 80 por considerarlos de difícil reubicación y planteamiento difícil de rechazar porque sería como perder el derecho a cobrar una jubilación.
Otros más o menos 300 soci@s no van a tener casi ninguna posibilidad, ya que también van a ser considerad@s de difícil reubicación ya que en su vida laboral tenían limitaciones a la realización de determinadas tareas por razones médicas.
Al hilo de las limitaciones médicas en esta situación en la que nos encontramos, más de una persona se ha visto sorprendida cuando les han contestado que no han sido llamadas a entrevistas laborales, para una oferta de trabajo a la que se había solicitado que todas las personas interesadas en aceptarlas dieran su nombre, porque tenían «papeles médicos»; digo lo de sorprendidas porque en el desempeño de su trabajo no constaba que tuvieran limitación alguna y en ningún momento habían dejado de desempeñar los puestos en las cadenas.
Todo esto se gestiona desde ‘la oficina de empleo’ que está formada por las jefas de recursos humanos y por técnic@s que trabajaban en los diferentes negocios de Fagor Electrodomésticos.
No sabemos los criterios que se utilizan ya que son ellas las que hacen y deshacen; algun@s soci@s son llamad@s para diferentes opciones de posible reubicación y otras personas no han sido llamadas ni una sola vez; incluso algunas personas estando reubicadas se les sigue llamando para ser reubicadas (parece ser que no tod@s tenemos que ser igualmente considerad@s).
Visto lo que ha pasado con los puestos ofertados por Eroski a los que desde la oficina de empleo se pidió que las personas se apuntaran de manera voluntaria, ¿Qué pasa con los puestos a los que no nos invitan?
Por otra parte parece que no hay que cuestionar los valores cooperativos, pero sí hay que hacer una gran reflexión de cómo «no se pone en valor a la persona», el pilar en que se sustenta el cooperativismo y toda su filosofía.
Ejemplos podemos poner muchos sobre la mesa de qué comportamientos o maneras de actuar (no muy honorables) con la que nos estamos encontrando las personas reubicadas en otras cooperativas.
No queremos que se dejen a los eventuales fuera de la oferta laboral, pero lo cierto es que a día de hoy tenemos más posibilidad de ocupar esos puestos porque somos una mano de obra muy barata y sin derechos.
Lo de los derechos me refiero a que hay cooperativas en las que se te sugiere que mejor no abras la boca, en otras no se te deja acudir al comedor ya que no eres soci@ de la empresa en la que estás reubicad@, en otras se te hace el vacío social por ser culpable de…, en otras se te incita a hablar mal de la cooperativa receptora, etc.
Las normas se crearon para la buena convivencia y en teoría en base a la filosofía y valores cooperativos, pero estamos descubriendo que como individuos tenemos que cumplirlas, pero las cooperativas asociadas a Lagun Aro pueden funcionar a su libre albedrío y un ejemplo de ello es que personas reubicadas durante mas de cuatro años están siendo devueltas a su cooperativa de origen (en este momento desempleo), en lugar de haber sido consolidadas después de tres años como dice la norma; tampoco se cobra en relación al índice laboral del puesto que vas a desempeñar sino al que la cooperativa te asigne (arbitrario) y eso en el Grupo Fagor me parece un delito ya que las normas las tenemos mancomunadas y ya en su tiempo se acordó que los eventuales cobrarían el índice del puesto al que se les llamaba.
Esto no quiere decir que en todo esto no haya cooperativas y cooperativistas que actúen en consonancia con los valores con los que crearon la empresa.
Todo esto tiene nombre y apellidos y nombre de cooperativas pero ponerlo en la prensa por desgracia tiene repercusiones negativas.
Esto en mi nombre y en nombre de tod@s l@s soci@s trabajadores de Fagor Electrodomésticos que tenemos inquietud y ya no nos sirve la política del miedo a no ser reubicad@s, amenaza que en algunos foros ya ha sido lanzada.
(*) Firman este artículo también: Rocio Sánchez Mateos, José Luis Moreno Lacasa, Asier Landa Hervias, Iosu Arana García y todos los miembros de la Plataforma Bazkideak.