Josu Naberan
Escritor

¿Vacunación de la población adolescente?

Entre otras cosas, he manifestado mi extrañeza ante la prácticamente ausencia de debate a todos los niveles, pero especialmente sobre las causas de la pandemia

La portavoz del Gobierno Vasco en el tema de las vacunas está animando a que se vacune la población de jóvenes y hasta de adolescentes Para ello ha aportado algunos datos aleatorios, curiosamente sin dar porcentajes, que es lo que procedería desde un punto de vista racional.
    
De este modo, ha servido en bandeja de plata a las Farmacéuticas y sus aledaños el argumento que necesitan para su próxima Campaña de Vacunación Global de la humanidad, extendiendo la vacunación a casi todas las edades.

En primer lugar, avisar que no soy un virólogo ni nada por el estilo, sino un peatón atento a los semáforos en rojo. Eso sí, he seguido muy de cerca y desde el primer instante la historia del estallido de la pandemia que nos asola. Testimonio de ello es la serie de artículos que he escrito en euskara sobre el tema. He estado atento, asimismo, a los especialistas que han ido dando sus razones y opiniones al respecto; de este modo, he podido contrastar lo que dicen los de un lado y los de otro, y publicar en euskara mis opiniones, tanto en redes sociales como en diarios de opinión receptivos, que no vinculados a dogmas establecidos.

Entre otras cosas, he manifestado mi extrañeza ante la prácticamente ausencia de debate a todos los niveles, pero especialmente sobre las causas de la pandemia. Eso sí, se ha hablado hasta demasiado sobre las consecuencias de las consecuencias, dentro de un marco general de informaciones indeterminadas y oscuras, cuando no manipuladas.

De este talante, se ha llegado a la situación de Verdad Única y Dogma, condenando de «negacionista» y de «terraplanista» a toda crítica con términos diseñados ad hoc por una élite temible, que es la nos dirige, de la mano de las 4 o 5 agencias de desinformación, sobre esta «plandemia» dentro de la pandemia. Gracias a esa estrategia planificada, la población en su mayoría absoluta ha ido asumiendo dogmas (verdades absolutas sin discusión) y recortes claros de derechos sociales y humanos.

En una situación como la descrita, es de esperar, como ha sucedido en otras ocasiones conocidas, el surgimiento de un talante fascistoide (el de querer imponer a todos lo que piensa y hace uno mismo). Seguidamente, como era de esperar también, una actitud de condena, muy parecida a la «Inquisición» (también antes acontecida) de los que no piensan como uno mismo. Es exactamente lo que pretendía esa élite que manda, gobierna y hace y deshace todo lo que quiere, por encima de todo gobierno. Dicha élite coincide, curiosamente, con la cúpula ideológica del sistema capitalista de corte actual.

Ahora que ha triunfado la versión única y la jamadura de coco subsiguiente, se está planteando también vacunar a la población adolescente ante el nuevo curso escolar. De hecho, ya se está llevando a cabo en varios países occidentales, y no cabe pasar de ello, en actitud de esconder la cabeza bajo el ala.

Lo más preocupante es que los ciudadanos vascos no puedan acceder a un contraste de opinión (a un debate público) sobre un tema tan delicado e importante. Es la consecuencia lamentable de la censura y de la «versión única», que van siempre de la mano.

Algunos virólogos están advirtiendo sobre la aparición de ciertos riesgos, que pueden llegar a ser muy graves, no previstos anteriormente. El propio Robert Malone, uno de los científicos que desarrolló las nuevas vacunas de ARN-mensajero, ha sido censurado y hasta manipulado por advertir «que dichas vacunas pueden tener efectos negativos» y no son por lo tanto seguras del todo. Las Compañías Farmacológicas se le han echado al cuello (aunque Malone haya sido uno de ellos). Ya se puede despedir del Premio Nobel que le vaticinaban.

En cuanto a los censores son, concretamente, Linkedin, filial del monopolio Microsoft, Facebook, Twiter, Youtube y el propio Wikipedia en castellano.

No soy el más indicado para hablar de estas vacunas contra el llamado covid-19. Solamente advertir lo que todo el mundo sabe: que son «vacunas experimentales», es decir, probadas sobre la marcha, sin haber cumplimentado las pruebas previas de rigor, como se ha hecho siempre hasta ahora, con toda vacuna. Las vacunas más usadas aquí mismo son vacunas génicas (potencialmente transgénicas), nunca inoculadas antes en seres humanos.

Además, como ya se sabe también, las compañías farmacéuticas han impuesto una cláusula por la que están exentas de toda responsabilidad en caso de daños colaterales (por cierto, todo este lenguaje suena a guerra).

Pero en este caso de la vacunación de la población adolescente, no puedo (no debo) esconder la cabeza bajo el ala. Téngase en cuenta que se trata de un sector de población «dependiente», indefensa a la hora de una decisión tan seria, pues dependen mayormente de la decisión de sus padres o tutores.

Ténganse en cuenta también las voces que ponen en guardia sobre la vacunación de adolescentes en los Estados en los que se está llevando a cabo dicho experimento (EE UU concretamente)

En resumen, es un asunto que merece una seria reflexión y pensárselo dos veces, máxime cuando se es padre o responsable institucional, a la hora de tomar una decisión tan delicada como arriesgada. Mientras tanto, nuestro gobierno-CAV sigue navegando a la deriva en su «mar de la confusión».

Hay un principio fundamental en Ciencia que se llama «el principio de prevención»: no actuar antes de cerciorarse de que lo que sea es totalmente seguro.

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