Juan Manuel Lasa Iriberri, Ikatz kalean duintasunez bizi – Vivir dignamente en Juan de Bilbao

A las taberneras de Ikatz kalea (calle Juan de Bilbao)

Como seguramente sabréis, en agosto se hizo pública una nota de los jóvenes de Parte Zaharra Aske quejándose de la situación del barrio, convocando una manifestación para el día 28.08.2021 en la Consti, y diciendo, entre otras cosas: «a favor de un barrio... para poder vivir en un buen ambiente y dormir tranquilos», «ha sido la Policía la que ha arremetido contra los jóvenes», «construir un modelo de ocio saludable y liberador».

Ahora vosotras también os quejáis. Decís: «En los últimos tiempos... nos está acarreando diversos problemas tanto a nosotras como taberneras como al vecindario», «esto ha generado una masificación nocturna en el barrio y en concreto en Ikatz kalea».

Naturalmente, en ambos escritos hay cosas que seguramente cualquier vecino podría suscribir. Pero hay otras que requieren alguna puntualización.

A los jóvenes, decirles: 1. Se echa en falta una mención expresa de la Ikatz kalea (Juan de Bilbao). 2. Varios días de Aste Nagusia efectivamente vino la Ertzaintza y «despejó» la zona. ¿Cuál era la solución? ¿Que no viniesen y siguiera «la fiesta» hasta las 9.00 h de la mañana? ¿Y a los vecinos residentes en esta calle «que nos den»? Porque los bares cerraban a la 1.00 h aproximadamente pero la gente ni se inmutaba, nadie se iba a su casa. Y si tenemos que esperar a construir «un modelo de ocio saludable», mejor nos ponemos a construir una casa en otro lugar.

A vosotras, taberneras: lo de «diversos problemas al vecindario» y la «masificación nocturna en Ikatz kalea» no son, como decís, cosa de «los últimos tiempos», más bien de «toda la vida». Efectivamente, la gente residente en Juan de Bilbao lleva-llevamos muchos años soportando que durante muchas horas, de manera ininterrumpida, esté la calle absolutamente abarrotada de gente, de manera que para los vecinos resulta prácticamente imposible entrar y/o salir de sus portales. Con un ruido infernal, que molesta incluso con las ventanas cerradas. Y al día siguiente, salir del portal y recorrer la calle es una odisea (suciedad, mal olor, suelas que se pegan al pavimento... un horror).

Para acabar. Parece evidente que los bares sois parte del problema, y si queréis ser parte de la solución, tendréis que hacer algo más que publicar notas y cerrar de manera «simbólica» un día a las ocho de la tarde. ¿La solución? Complicada. Algunas ideas: que los bares cumplan con normas y ordenanzas, que se impidan botellones y similares, que se limite el aforo de la calle.

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