A propósito del Plan Energético de Navarra
A principios del pasado año 2015, el Ayuntamiento de Olite-Erri Berri en pleno aprobó la desafección de los terrenos comunales exigidos por la empresa Agrowind para la implantación de un parque eólico ubicado en el monte encinar de dicho municipio y que afectaría no sólo al Monte Encinar de Santa Brígida, sino también a Monte Plano de Tafalla. No debemos olvidar que el Monte Encinar y Monte Plano de Tafalla son partes inseparables de un mismo piedemonte de bosque mediterráneo: en definitiva, que es el mismo monte.
En concreto, dicho parque constaría de 16 aerogeneradores repartidos a lo largo y ancho de todo el piedemonte. Cada torre alcanzaría una altura de unos 125 metros, sin contar las palas que medirían unos 55 metros cada una de ellas. Un auténtico monstruo de metal que alcanzaría una altura total de casi 200 metros.
Tanto el proyecto de parque eólico como la aprobación por parte del Ayto. de la desafección de los terrenos, así como la supuesta exposición pública por parte de los promotores del proyecto (de cuya exposición pública nadie en Olite o Tafalla se enteró porque no se publicitó ni se anunció adecuadamente) se hizo completamente a espaldas de la sociedad y, más grave aún, de los vecinos de Olite. Estos temas tan graves, que afectan al comunal (el comunal pertenece al pueblo, no a un Ayuntamiento y debería ser sagrado, eso no lo olvidemos) deberían informarse adecuadamente, y no ocultarlos premeditadamente a la opinión pública como se hace en la mayoría de los casos.
El monte encinar de Olite y Tafalla es el único enclave natural de bosque mediterráneo autóctono decentemente conservado que queda para disfrute de los vecinos de ambas localidades y, posiblemente, el último que queda al sur de la comunidad foral por lo que este monte es peculiar y debería tratarse con especial cuidado y protección.
Pido la urgente protección de nuestro monte encinar ante más abusos y atrocidades (no olvidemos que el CANAL DE NAVARRA lo cruza de norte a sur con una anchura de más de cuarenta metros partiéndolo por la mitad, el proyecto del trazado del TAV lo cruza por la parte correspondiente a Tafalla, un gasoducto lo cruza de este a oeste, etc.). Ya está bien.
Navarra está plagada de parques eólicos (supuestamente energía verde, limpia y barata). Las instalaciones de energía eólica suponen un impacto brutal visible a kilómetros de distancia, y no sólo paisajístico: aves migratorias, rapaces y todo tipo de aves, además del ruido infernal que supone para gran parte de la fauna silvestre. Ocupación del territorio, alteración y destrucción del suelo, construcción de kilómetros y kilómetros de nuevos caminos (muchos de ellos asfaltados), nuevas líneas de alta tensión y evacuación de dichos parques y un largo etcétera. Una de las grandes riquezas de Navarra siempre fue, hasta la implantación de la energía eólica, su paisaje. Nos sentíamos orgullosos de él. Pero ahora, muy a menudo, dan ganas de llorar.
Tampoco hay que olvidar que por Navarra pasa la mayor y más importante ruta de aves migratorias de toda Europa.
A pesar de haberse apostado fuertemente en Navarra por la energía eólica, se construyeron las dos centrales térmicas de Castejón. ¿Por qué y para qué? ¿Tal vez para abastecer a otra faraónica, despilfarradora y totalmente innecesaria obra como es el TAV?
¿Quién se ha beneficiado de la construcción de parques eólicos? Algunos políticos, las empresas promotoras, las grandes empresas eléctricas y las constructoras, mientras que a los ayuntamientos solamente les dejan las migajas del enorme beneficio que obtienen dichas empresas con la especulación eólica.
Ya existen precedentes de especulación y corrupción sin ningún tipo de escrúpulo en el estado en torno a la implantación de parques eólicos (Castilla y León, con el cobro por parte de la trama corrupta de unos 110 millones de euros; Valencia, Cantabria y Galicia con numerosas irregularidades en la construcción de parques eólicos). Por todo ello pido se revise de arriba abajo todo el plan energético en Navarra, así como el estado de las cláusulas y los contratos y una auditoría de la situación real de todos los parques eólicos en Navarra.
Asimismo pido una moratoria total sobre la construcción de nuevos parques eólicos en toda Navarra y cambiar, optimizar y estudiar los ya existentes.
No es lógico ni de recibo que la práctica totalidad de los montes de Navarra, exceptuando el Pirineo y Las Bardenas Reales estén repletas de aerogeneradores y los navarros y navarras no lo vean reflejado en la factura de la luz sino más bien al revés, no ha parado de subir, ni tampoco que haya personas y familias enteras que, por un motivo u otro, se han encontrado en la situación de cortes del suministro eléctrico por no poder pagar las facturas, lo que viene a llamarse pobreza energética.
Tampoco es de recibo que los montes de Navarra, la gran mayoría en comunal, los dejemos en manos de empresas privadas que lo único que están haciendo es especular con la energía.
También pido la desprivatización de dichos parques eólicos y pasen a ser de gestión pública en la medida de lo posible.
El debate no debería centrarse en si estamos a favor o no de las energías renovables, nadie en su sano juicio se opondría, sino en ¿a qué precio vamos a implantar energías «limpias y sostenibles»?, ¿dónde está el límite del consumo energético? Se debería revisar muy seriamente lo insostenible que resulta nuestro actual modelo energético y nuestro modo de vida, y buscar soluciones duraderas y realmente sostenibles para que por nuestro supuesto bienestar no salgan perjudicados nuestros montes y nuestros bosques, nuestro entorno en definitiva.