El día 19 de Junio de 1960 los alcaldes Miguel Javier Urmeneta de Iruñea, y Henri Grenet de Baiona suscribieron un hermanamiento de amistad y relaciones mutuas histórico. Pero aquel pacto destinado a desarrollar un importante número de actividades entre ambos lados del Pirineo vasco, tuvo un corto recorrido. Se inauguraron nuevas avenidas con los nombres de ambas ciudades y  fijar una día de las fiestas patronales de ambas ciudades para destacar la vigencia del hermanamiento.
    
Ante el poco interés mostrado por los dos ayuntamientos, el 23 de abril de 1966 fue firmado un Pacto de Hermandad entre las asociaciones Euskaltzaleen Biltzarra de Baiona y la Sociedad de Amigos del País de Iruñea. Recuerdo como participante de aquellos encuentros, aquel documento que recogía el espíritu del hermanamiento firmado seis años antes, donde se reflejaba la idea de la multiplicación de estos pactos entre municipios, entidades culturales, clubs deportivos, etc.
    
Destaca en su primer punto, la colaboración en programas comunes de salvación del euskara y de la cultura vasca. Pero además se proponían jornadas de estudio, visitas recíprocas de interés económico y otros de mutuo interés. En lo cultural no podía faltar la promoción de actos y festivales, publicaciones conjuntas, promoción conjunta de cursos de verano de estudios vascos, promoción conjunta en el ámbito del turismo, intercambios escolares, etc.
    
Aquel documento que conservo de la época, fue suscrito por Michel Labegerie, presidente de Euskaltzaleen Biltzarra y Jorge R. Sarasa, presidente de la Sociedad de Amigos del País. Se realizaron visitas a la cooperativa Lur Berri de Donapaleu-St. Palais, la primera en el norte del Bidasoa, al Museo Vasco de Baiona, etc., mientras de manera recíproca se visitaron la cooperativas de Arrasate y lugares turísticos de Navarra, etc.
    
Finalmente, con la organización del primer Curso de Verano de Estudios Vascos en el valle de Ultzama, el Gobierno Civil prohibió fuera inaugurado el evento y con ello estas «prácticas» de hermanamiento y amistad. Pasaron los años hasta que a finales de los años setenta se realizaran «hermanamientos» populares entre los trabajadores municipales de los ayuntamientos de Iruñea y Baiona y de algunos barrios de la capital navarra con otros de la capital labortana.
    
Mientras continuaron las invitaciones recíprocas oficiales entre los ayuntamientos, desde la base popular, en principio con la sociedad Iparla a la cabeza desde la capital navarra, se crea la asociación  Baiona y en Baiona, la asociación Iruñea. Así surge “Iruña-Baiona’ko Batzordea Herrikoia”, nuevo germen tras años de incomprensión, del ayuntamiento. Ahora es el momento. “Ongi Etorri Iruña-Baiona”