Javier Orcajada del Castillo

CAF: el caramelo envenenado de Israel

Aun hay tiempo para reflexionar sobre la decisión que tiene planteada esta empresa vasca respecto a la construcción del ferrocarril que le ha encargado el gobierno israelí que atravesará territorio palestino contraviniendo sistemáticamente todos los acuerdos, con el servilismo cómplice internacional. Se trata de una decisión estratégica que va a condicionar el futuro de la CAF. El comité de empresa ya se ha manifestado en contra. Los directivos deberían entender que es un caramelo envenenado pues el objetivo del sionismo es legitimarse ante la opinión pública mundial que le acosa por medio de la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) desde hace años. Las principales compañías mundiales de ferrocarriles que participaron inicialmente en el concurso (Bombardier, Alston, Siemens) han retirado sus ofertas porque son conscientes de la mala imagen que les provocará ante el mercado mundial. CAF no puede ignorar la decisión de sus competidoras que acreditan una gran experiencia tanto en el aspecto empresarial como del conocimiento de la estrategia del mercado y no sólo a corto plazo respecto de la cartera de pedidos o beneficios. Decía un Premio Nobel que una decisión crítica equivocada puede arruinar la empresa más saneada. Este es el riesgo si el Gobierno Vasco en su calidad de inversor estratégico en la empresa influye para incentivar la realización del contrato para que proyecte una imagen de prestigio de Euskadi en el mundo. La experiencia de las decisiones políticas cuando influyen en las funciones económicas empresariales son funestas. Recuérdense los contenciosos derivados de la construcción del canal de Panamá, la polémica por la construcción del tren a La Meca, los cinco buques de guerra para Venezuela. O el contencioso en que acabó la construcción de varios mercantes en La Naval que se financiaron por medio de los tax lease y cuyas desgravaciones tuvieron que reintegrarse por ser declarados ilegales por los tribunales.

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