Tras sus manifestaciones tratando de endulzar la subida (sí, subida) de abonos propuesta para los asientos en el nuevo Anoeta, nos quedaba la opción de callarnos o contestar. Y hemos pensado en contestarles porque hemos estado demasiado tiempo callados y en este tema no queremos que el silencio se interprete como una aceptación de sus argumentos.

Que tengamos que estar públicamente rebatiéndonos es el primer fracaso de la política de comunicación y de transparencia del Club. Que la inmensa mayoría de abonados se enteraran de las intenciones del Club y de lo que les afectaba personalmente a cada uno de ellos (muy por encima, por cierto) en la rueda de prensa que concedió usted misma Sra. Larzábal es buena muestra de ese fracaso. Fracaso que se extiende el mismo sábado en Anoeta para todos aquellos que no usan internet y a los que se les da hasta el día 30 para que estudien su propuesta.

Dicen (en boca del presidente Sr. Aperribay) que no creían que estaban proponiendo una subida. Y es que en un momento donde debe premiar la captación y la fidelización no debería haber ninguna subida para ningún abonado. Después de aguantar 25 años con pistas, ahora que se acercan se «premia» a quien ha aguantado esa situación subiéndoles o manteniendo su precio. Sí, señores, dicen que solo sale perjudicada la franja de edad de 30 a 65 años. Esos mismos que son los que han soportado las pistas. Usted, Sra. Larzábal, habló en rueda de prensa de crear un ambiente festivo en una franja horaria mayor que la mera del partido y añadió «en las tardes». Le recuerdo que los horarios los ponen las televisiones y con la actual clasificación deportiva mucho nos tememos que tendremos pocas tardes para disfrutar de nuestro equipo y sí un buen número de lunes y viernes donde los menores y los abonados de la provincia tienen menos posibilidades de acudir.

Para llenar Anoeta solo hace falta voluntad de hacerlo. Y se consigue bajando precios. Y no podemos aceptar comparativas con el resto de equipos de la Liga. La Real debería ser abanderada en una nueva manera de hacer, de forma que la gente acuda a los estadios a pesar de la oferta televisiva como ya se hace con éxito por ejemplo en la Bundesliga. Aquí se ha optado por otra, que nos lleva a la desertización de los estadios y al enriquecimiento de algunos. Ahora el Consejo realista echa leña al fuego de una temporada nefasta con una subida de abonos que va a reportar muy pocos beneficios respecto al presupuesto anual, totalmente evitable por tanto y que no casa con el discurso que ofrece el presidente sobre las personas, sobre el aumento de aforo y llenar el campo, acabando de esta forma con la estabilidad social al provocar un fuerte malestar entre su fiel y sufridora afición.

Solo una matización más, señores directivos de la Real. Esto es un club lleno de sentimientos y no una compañía telefónica. Como una de estas últimas han actuado ustedes tratando al cliente fiel con desdén y premiando al cliente nuevo. Esperamos que la indignación generalizada de los abonados les haga cambiar de opinión.

La Real es de todos, no solo de quienes nos representan. No lo olviden

Gora Reala!