Mikel Kintana

Desmontando miedos (y 2)

Como decía en la anterior carta, hay otras razones más reales relacionados con las pensiones que el problema de la independencia, como nos quieren hacer creer y como si todos los males vinieran de ahí. Y éstas hay que buscarlas en la crisis económica fundamentalmente, que ha llevado a la gran destrucción de empleo que estamos viviendo.
Si nos centramos en Euskal Herria, primero decir que una parte del Fondo de Pensiones español, nos corresponde a nosotros, por lo tanto, haríamos de momento, frente a los pagos de las pensiones exactamente igual que se hace hasta ahora.
Claro que para que esto suceda es necesario que el gobierno español traspasase esta competencia, cosa a la que hasta ahora se ha negado.
Por otra parte, el paro aquí se sitúa en el 16,1% frente al Estado Español, el 24,5%, y con la media de sueldos más alta, por tanto con mayor recaudación, es decir, que incluso en peor de las situaciones, aquí se recaudaría más que en el resto de España y nuestro déficit sería menor.
Es cierto que la situación es preocupante, pero independientemente de la forma de gobierno, ya sea con autonomía o independencia.
Como ya se ha dicho, la crisis económica es la primera razón para que estemos en esta situación; pero esto se puede agravar por el envejecimiento de la población, (cada vez más estamos más pensionistas) y sobre todo pensando en un futuro, por la pérdida de la población. Según datos del Eustat, la población de Euskadi, se reducirá en 100.000 personas entre 2013 y 2026. Por lo tanto seremos más a cobrar y menos a ingresar.
Las soluciones tendrán que venir buscando nuevas fuentes de financiación en el futuro.
Medidas que permitan fomentar el empleo serían de las primeras soluciones, en este caso no solo para los pensionistas, sino que valen para toda la sociedad.
Mejorar la presión fiscal. Según un informe presentado por el sindicato ELA (Informe sobre la fiscalidad de Hego Euskal Herria en 2013), Navarra y la Comunidad Autónoma han dejado de recaudar desde 2011 a 2013, 6.500 MM de euros. Está claro que una presión fiscal adecuada mejoraría los ingresos y una parte de ellos se podrían dedicar al gasto en pensiones e incluso se podría crear nuestro propio fondo de pensiones si hubiera acuerdo en el Parlamento Vasco para ello, lo que en este caso debería ser prioritario pensando en un futuro de independencia si queremos desmontar miedos.

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