El club de los «economistas optimistas»
Existen escuelas de pensamiento económico: «economistas Clásicos», «economistas de Chicago», «la escuela de Viena, de Londres, de Aarhus…» Sin embargo, falta la de los «economistas optimistas». Su presidente de honor sería Don Luis de Gindos y su asesor áulico Don Cristóbal Montoro. Se lo merecen.
Sobre los 5 millones de parados: dicen que es un problema puntual, que se están creando anualmente medio millón de puestos de trabajo precarios, aunque son más los fijos que se destruyen…
A pesar del descenso del IPC muestra que estamos en profunda depresión, afirman que incrementa el poder adquisitivo de la ciudadanía.
Sobre que el precio del petróleo está por debajo de 30 $ y puede que las petroleras cierren por no ser rentables los precios de venta. Niegan esa tesis, pues aumenta la capacidad adquisitiva de los consumidores.
Sobre el rescate para salvar a la banca de la quiebra. Que fue una operación brillante de Rajoy porque era un préstamo en condiciones privilegiadas. Además, aseguró que los masivos apoyos a la banca no costarían ni un euro público y que el objetivo era salvar a los pequeños accionistas que arriesgaban sus ahorros.
Sobre la promesa de mantener el IVA en el 18% si ganaban las elecciones. Lo subieron al 21% tan pronto como llegaron al gobierno. Que era temporal y que la ciudadanía se sorprendería de las ventajas que esa aumento produciría.
Sobre la intención de no admitir las amnistías fiscales. Montoro la decretó pues se logró la repatriación de ingentes cantidades de dinero negro que habían huido por miedo a los socialistas.
Sobre el precio de la electricidad que bajaría a niveles de la UE. Ahora somos la segunda más cara, pero que el «prestigioso equipo económico liderado por de Guindos» garantizaba que descendería presionando y multando con rigor a las eléctricas pues a través de las puertas giratorias colocan a ex ministros para controlar desde dentro que no se produzcan abusos que perjudiquen a los consumidores.
De Guindos condena el caos de Grecia y alardea soberbio que España ha contribuido a dominar a los rebeldes helenos. Afirma que la solvencia de la banca española esta fuera de dudas, prueba de ello es que está dando jugosos dividendos, aunque el gobierno debe endeudarse en los mercados internacionales pagando elevadas primas de riesgo para aprovisionarles de liquidez a coste mínimo y cantidades sin límites para los bancos.
La consagración como presidente del Club de Economistas Optimistas ha tenido lugar en una conferencia en Pamplona. Aseguró con desparpajo que «en España la corrupción no es estructural» ¿Y quién lo pone en duda sino los malos patriotas?