Manu Ballesteros

El desánimo de la izquierda lo desea la derecha

No es nada fácil mantener las ideas progresistas, aunque sean más decente y civilizadas que unas conservadoras impregnadas de egoísmo, avaricia y fuerza bruta, Sin embargo, la ideología que alberga solidaridad, justicia y conciencia social, tienen en su desarrollo, muchas veces por querer llegar a la excelencia, un enjambre laberíntico que no lleva a ninguna parte.

Demasiadas veces estas ideas más humanas chocan con el egocentrismo de sus principales protagonistas, la incomprensión de sus simpatizantes y el desagradecimiento acomplejado de un electorado ciego e ignorante.

Pero a pesar de todo, de este panorama de desaliento, tenemos que aguantar, y luchar contra el pasotismo político, y votar, ya que no hacerlo beneficia claramente a la derecha, y a su «cuanto peor, mejor», una falacia que algunos infiltrados quieren extender para que los votos progresistas se queden en casa.

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