Es complicado y difícil gobernar un pueblo, cuando no se tiene la mayoría absoluta y cuando alguno de los proyectos tienes que trabajarlos con los grupos políticos de la oposición. En estos momentos en Getxo somos cuatro los grupos con representación política: Partido Popular, PSE, PNV y la coalición Bildu, y cada cual tenemos en nuestro programa municipal y soñamos con un Getxo muy diferente. Algunos, quieren construir un Getxo que mire hacia España y ven en los muelles para cruceros una fuente importante de riqueza; por el contrario, otros no entendemos un Getxo que no mire hacia una Euskal Herria de color rojo y morado.

El Grupo de Gobierno del PNV tiene enormes dificultades (¿imposibilidad?) para debatir su modelo con el resto de grupos. En más de una ocasión hemos recibido esta respuesta en este año y medio que llevamos en el ayuntamiento: «Ese proyecto no marcha para adelante porque el resto de partidos no queréis aprobarlo… Evidentemente, que no queremos aceptar los proyectos (al menos aquellos que no coincidan con nuestra forma de ver las cosas), pero eso no significa que no debamos debatirlos. El proyecto de la plaza de Areeta, el Kultur Etxea Santa Eugenia de Itzubaltzeta/Romo, las viviendas de protección oficial, las ordenanzas…son proyectos necesarios e imprescindibles para los barrios y la ciudadanía de Getxo y el Equipo de Gobierno tiene la obligación de trabajarlos y llevarlos a cabo con los grupos políticos y agentes del pueblo. No ponemos en duda que no sea complicado encontrar consenso con aquellos y aquellas que no dicen «amen» a todo lo tuyo, pero el deber del equipo de Gobierno es intentarlo.

 ¿No será que dichos proyectos no tienen tanta preferencia en sus agendas? Porque, que nosotros sepamos, para sacar adelante el supercalifragilístico Getxo Antzokia, el PNV ha hecho lo indecible hasta conseguir trocear el proyecto en fases y así poder llevarlo a cabo a su manera. Al finalizar la legislatura podrán colocarse una hermosa medalla, que incluso se podrá contemplar desde el Abra. A la gran mayoría no nos gusta un pelo ese monstruo millonario que ha supuesto dejar inhábil la plaza de Algorta durante años, pero la opinión nuestra no les sirve para mucho.

 Al igual que se comprometen a hablar de los presupuestos, impuestos y tasas municipales (a día de hoy para esto ya se nos han acercado), también están obligados a hablar del resto de temas. Que no hagan creer a la ciudadanía que los proyectos no salen adelante y no se llevan a cabo por la cabezonería del resto de grupos; que pongan los temas encima de la mesa y que muestren y tengan la suficiente humildad para aceptar las propuestas y críticas del resto.