Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

El procés entra en fase de derribo

La situación provocada por el coronel Baena era previsible, pues la farsa se está desmoronado por sí misma. Los fiscales han aleccionado a los testigos, agentes de la Guardia Civil y Policía, de forma escandalosa y chapucera. Marchena da protección descarada a los testigos de la fiscalía. No han entendido que los agentes de las FSE son fieles seguidores de las instrucciones recibidas de los fiscales, pero incapaces de reflexionar por sí mismos y cuando se ven acosados por las preguntas de la defensa se convierten en un peligro para los los que quieren forzar la causa como insurrección, pues al no existir violencia va contra la lógica judicial. No se puede contar con la inteligencia y facultades intelectuales de gente de armas, pues su formación está encaminada al uso de la fuerza, de lo contrario se contradicen. El espectáculo grotesco dado por Baena negando ser «Tácito» cuando previamente lo había afirmado con pruebas contundentes hace patente que el juicio está arruinado, pues el objetivo del Supremo era justificar judicialmente las graves condenas a los independentistas como se difunde a la opinión pública internacional. En el Parlamento francés 41 senadores han denunciado la represión de los líderes independentistas catalanes y Borrell se desgañita para apagar incendios por doquier.. Por si fuera poco, AMLO envía un torpedo bajo la línea de flotación a Felipe VI exigiéndole que pida perdón a México por la invasión española en el «Descubrimiento». Sorprende la impericia del Supremo para desarrollar una estrategia eficaz para domar al independentismo catalán, pues pone en riesgo la existencia de España como estado como pretenden las instituciones y organismos políticos que la componen.

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