En busca de la felicidad
Bienvenidos a la cloaca europea, y al corral de gallinas de España. La República Francesa, producto de la revolución de los burgueses, que consideraba la felicidad de los ciudadanos como una necesidad primordial, que solo era posible gracias a los efluvios revolucionarios. El bonapartista liberal, cosmopolita, Macron, que hizo la promesa de: «nuevo mundo político», por sus santas narices, impone quitar años de felicidad a sus súbditos, porque le da la gana, y como toda la estructura representativa trucada, en según qué casos no es suficiente, y no la pueden controlar, disponen de sus estados de excepción, y de leyes muy constitucionales para jugar y aplastar a las masas adormecidas. La dignidad es parte esencial de las masas revolucionarias. Por esto, los liberales demoniacos, toda su obra consiste en fraccionar a la sociedad, e ir colocando nuevas taxonomías, que los progres de izquierda pican de forma ilusa, torpe, e ignorante. La primera taxonomía es la más burda de todas con el 50%, y a partir de ahí se va troceando, y te quedas solo como un naranjo que no da frutos. La Nueva Comuna reverdece, las masas están hartas. Vergüenza para los anestesiados por los partidos políticos pactistas. En Madrid, los desechos políticos siguen infectando con las mismas miserias franquistas reconvertidas en estas democracias de pacotilla. Es curioso que después de la muerte del dictador, se repetía a diestro y siniestro, que no había que mirar al pasado, ya que el futuro estaba en nuestras manos, y así había que mirar al horizonte, para olvidar las tropelías y robos de la dictadura. En cambio, en esta moción de censura, el recuerdo del pasado ha sido el eje vertebrador, de un discurso consistente para recordar la indignidad de todos los partidos políticos, que se vendieron para entrar al trapo, y tener la posibilidad de divorciarse de sus parejas, ya que disponían de suficiente patrimonio para irlas coleccionando. Sí, fue el gran negocio de unos políticos vendidos sin escrúpulos, siguiendo el dictado de las embajadas occidentales, para construir esta parodia política que nos está matando sin remisión. Tamames, es el resumen de toda esta estafa, ya que lo que ha soltado ahora lo ha estado repitiendo siempre, lo que pasa es que la ignorancia es infinita y los que se sorprenden son unos cándidos, ya que los cambios de discurso son fruto de los infiltrados en el que todos los partidos políticos de la transición los que mandaban eran sin excepción unos mercenarios. Los decentes se fueron o los purgaron. Carrillo, el gran estafador en que el Monarca, solo le faltó besarlo en el féretro. En el Principat, ahora están paseando a Pujol, arropado con su bastón, como Tamames, que son de la misma especie, venenosa. Esta es la política que los partidos de izquierda que se apoyan con leyes maravillosas, que no disponen de un euro, para implementarlas. El engaño continúa.
Atentamente.