Una de las promesas de mi vida a mi amatxi Maribel es que siempre, siempre, y lo digo conscientemente a los 61 años de edad que tengo, defenderé con dignidad como también Maritxu que esta semana pasada fue zarandeada delante de gente digna, que la defendimos, por la Policía española dentro de El Corte Inglés de Iruña por defender con humanidad y conciencia abertzale y republicana la masacre del asesino de Netanyahu contra el pueblo palestino. 

Yo le dije «buen día, mi amatxi Maribel», que todavía vive, que iba a defender hasta que se me acaben las fuerzas a los pueblos humillados, torturados, a los obreros, a los pensionistas, a la gente digna, como a las mujeres maltratadas y violadas, frente a los torturadores como la policía, gentuza como Abascal y la extrema derecha (y no tan extrema) que nos vienen o ya están encima, como Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Alvise y gentuza nazi que inunda las redes sociales y calles, en contra de no solo el inmigrante, sino contra las mujeres y hombres dignos que todavía quedamos en pie, con las ideas claras de la posguerra, y los años 70 y 80.

Gora Euskal Herria askatuta, gora Palestina libre y todos los pueblos dignos del mundo.