En el pleno del 24.09.2020 del Parlamento Vasco, el grupo parlamentario vasco Popular-Ciudadanos presento una proposición relativa a la rectificación de la excesiva exigencia del euskera para el acceso al empleo público. No prosperó porque la mayoría del PNV y PSE aprobó una enmienda para que se continúe con el proceso de adaptación y actualización de los perfiles lingüísticos exigidos. Los socialistas argumentan ahora que la sociedad vasca no tiene como prioridad un debate de este tipo, pero en 2016 la socialista Idoia Mendia en campaña electoral, planteaba rebajar el nivel de euskera exigido en la Administración, claro que ahora es vicelehendakari. El escaso trabajo fijo en esta pandemia va a ser las 10.000 plazas de OPE del Gobierno Vasco para los cuatro próximos años, luego, sí tiene absoluta prioridad para la sociedad vasca castellanoparlante. El gobierno mayoritario PNV-PSE sigue impulsando ediciones de Euskaraldia con el objetivo de cambiar los hábitos lingüísticos (suena a dictadura), y subvencionando económicamente al euskera. La ministra socialista Isabel Celaa aprueba eliminar el castellano como lengua vehicular, cuando en Francia el francés es la única lengua oficial y vehicular. Confió en que los partidos políticos constitucionalistas recurran y denuncien estas tropelías ante el Constitucional, y ante el Parlamento Europeo.