Txus Pérez Artuch - Iruñea

Feliz mes marrón oscuro

Responsabilidad a la hora de consumir. Hacerlo con moderación, pero no dejar de hacerlo. Campañas comerciales importadas con la mera excusa de dar el gatillazo al mes del pulso a la billetera. Viernes negro, (seguramente más elegante in english) verdaderamente oscuro de desparrame en gastos y compras.

Me introducen un aguijón envenenado y cuando aparece el síndrome compulsivo, me quedo en el alambre sin red, con los ojos a medio tapar.

Fumo teniendo en cuenta que mata, bebo porque la sociedad lo acepta y me anima, compro sexo lo más en regla y seguro posible, me endulzo, me drogo con pastillas (i) legales, disimulo y mantengo las formas (sabiendo que de vez en cuando harán detenciones para aparentar control y seguimiento).

Juego, apuesto, meto una monedica de nada a través de las luces multicolor, la suerte viste la camiseta de mi equipo y sabe a turrón nostálgico. Y materializa mis sueños.

Con la rienda de mi autocontrol bien amarrada, llega la hora de permitirme caprichos, a modo: un día es un día, uno al año no hace daño, que me quiten lo bailao, solo se vive una vez, no hay dos sin tres, como hago todos loa años o, en mi casa se ha hecho toda la vida. Estreno series y tele política que muestran mí realidad de manera verídica y me conviene estar a la última. ¿Cuánto tiempo llevo queriendo probar ese perfume? ¿Y el bolso? Año nuevo, coche nuevo. ¿Quiero hacer realidad mis ilusiones? Acudiré al banco más cercano, allí me ayudarán. Elijo todo, no me conformo con menos que el nuevo teléfono futurúltima generación.

¿Del resto? De la lectura, el teatro, el deporte, la naturaleza, cuidar mis amistades hablando en un sofá, hacer crítica y propuestas, entre muchas, al abismo del medio ambiente o a ser un continente anciano, enfermo y cíclico; tomar un café en familia, reír con el mismo chiste siempre repetido, todo esto… ¡bah! haré lo que se me antoje, ni me generarán adicciones ni aportaré grandes y fáciles beneficios.

En un cruce cerca de Estella-Lizarra hace años que puede leerse en una pared: nace, consume, muere. Tal cual.

¡Feliz mes marrón oscuro!

 

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