Leo en prensa que el Gobierno de Madrid adeuda a Navarra al menos 30 millones de € en impagos del TAV. Si a esto le sumamos que Navarra asume en solitario los intereses del adelanto del dinero, tenemos una situación vergonzosa a la que hacer frente. Se embarcaron en el TAV cuando arreciaba la crisis de la que tenían sobrado conocimiento. Se embarcaron en una obra sin estudios de viabilidad serios y rigurosos.

Iniciaron un TAV desde el oscurantismo, sin debate social, prohibiendo consultas populares y negando información a pueblos afectados. Se embarcaron en un TAV con las arcas forales con telarañas. Se metieron en una obra deficitaria por el mero hecho de seguir con el negocio del cemento, para contentar a grandes constructores y élites políticas. Y todo por un tren que no para en los pueblos y que apenas ahorra tiempo. Bajo la excusa de «la vertebración, el aislamiento y lo estratégico», a día de hoy siguen los desahucios, las desigualdades, el desempleo y la pobreza.

Pero, ¿qué más da? Nadie va asumir responsabilidades por todo aquello, ¿no? Por favor que no sigan con este absurdo.