Xabier Vila Fernández

Fumar te mata

Todos recordamos los textos de las primeras campañas de las autoridades sanitarias contra el hábito de fumar tabaco, impresos en la propia cajetilla, y cuyo eslogan principal era: «Fumar puede matar». Pasados unos años, se dieron cuenta de que dicho eslogan no era suficientemente contundente ya que se estaba enviando a los fumadores el mensaje de que, como consecuencia de su adicción, podían morir o no. Eso dependía... Y lo sustituyeron por el actual: «Fumar mata».

Sin embargo, para los profesionales de la sanidad, apenas hay diferencias entre ambos lemas. Por ejemplo, el último, «Fumar mata», es similar a un concepto jurídico indeterminado: no se sabe bien a quién mata; si a los pájaros, a las ratas, a las abejas... Porque parece que es a los otros a quien mata, no a uno mismo.

Yo he visto morir a numerosos enfermos a causa del daño producido en sus principales órganos  por las sustancias generadas en la combustión del tabaco. Unos de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), otros por un ACVA (Accidente Cerebro Vascular Agudo), y no pocos debido a un IAM (Infarto Agudo de Miocardio). Fueron muertes que acabaron con la vida de personas concretas, con nombre y apellidos; con familia y amigos. Como ocurre con las víctimas de los accidentes de tráfico.

Por eso quisiera motivar desde aquí a las autoridades sanitarias españolas y europeas para que sustituyan, una vez más, la advertencia a la población del peligro que fumar tabaco representa para la salud, el engañoso «Fumar mata», por esta otra más ajustada a la realidad: «FUMAR TE MATA».

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