Será legal, pero ¿es legítimo que la pensión que el gobierno ingresa en nuestra cuenta el día 26, las entidades bancarias fijan fecha valor los primeros días del mes siguiente, y que si por falta de saldo disponemos de parte de ese dinero, cobran el 20% como si fuera un descubierto o números rojos?

Prácticas permisivas a favor de quienes han recibido riadas de dinero público, y a su vez tan restrictiva, en «contra» de quienes, la precariedad devenida de pensiones desfasadas (viudedad y no contributivas principamente en mujeres), les mantienen en ese umbral de pobreza impropio de un país rico.

Como las clausulas suelo en su día, esta dádiva, es una práctica abusiva; la única ventaja de aquellas fue que «enjuagaron» cuentas con quienes sin necesidad habitacional, compraron inmuebles con ánimo de lucro y práctica especulativa, invirtiendo por encima de sus posibilidades.

Aquí y ahora, el ánimo es sobrevivir con dignidad, pues no poder llegar a fin de mes, pasar frío por no poder pagar la electricidad, el alquiler, la medicación, la podóloga... es vivir por debajo de las posibilidades de bienestar que hoy mas que nunca pueden asegurar holgadamente las instituciones vascas.

Semanalmente todo el invierno concentrados en Alderdi Eder, Gobierno Vasco y Diputación; personas mayores soportando una climatología adversa ante el ayuntamiento de Donostia... nunca nos han invitado a pasar a nuestra propia casa. Nunca tienen tiempo para contestar a nuestras demandas de facilitarnos el inventario del grupo de personas excluidas del manto de bienestar en Gipuzkoa... a diferencia del Ayuntamiento de Azpeitia, que sin demanda, se anticipó, saliendo a la calle a localizar e inventariar la precariedad... hoy tres años después nadie cobra menos de 1.080 euros en 12 meses al año.