Después de la humillación sufrida por la ciudadanía que hizo posible el referéndum, el mes de octubre del año pasado, con unos políticos que no han tenido el menor escrúpulo de dimitir, al haber impedido la implementación del resultado, con escusas rocambolescas, ahora desde las cárceles siguen erre que erre, sin la menor vergüenza. La vuelta de la sede a Catalunya de una empresa ligada a lo más granado, del Estado triunfal, y de las declaraciones de los políticos de los dos partidos que más votos tienen del soberanismo, hay que ser un iluso para no a preciar lo que se está tejiendo. La memoria siempre es selectica, pero en Catalunya se cataliza al limbo inmediatamente todo lo que en su momento no interesa. Hay que recordar las declaraciones del señor Iceta, hace unos meses de que se podrían amnistiar a los políticos díscolos si entraban en el redil. Precisamente esto es lo que se está negociando ahora. Continuar con los carnavales y declaraciones en los parlamentos y en los medios de comunicación, para entretener al personal, y en definitiva que la población soberanista trague el tejemaneje que se está fraguando; una condena lo más leve posible por parte de los tribunales, que también interesa al PSOE, para inmediatamente después amnistiarlos. Si el president Torra va a Madrid y regresa sin la posibilidad de convocar un referéndum de autodeterminación, será la prueba inequívoca que el colonizado acepta las reglas de la metrópoli.