¿Izquierdas y abertzales?
El pasado Aberri Eguna el señor Andoni Ortuzar –a la sazón presidente del EBB del PNV y, por lo tanto su máxima representación–, ha interpelado osadamente a la izquierda abertzale (IA) sobre su carácter de izquierda o de abertzale, como si pudieran separarse ambos conceptos («El PNV insta a la izquierda abertzale a decidir entre “ser de izquierdas o abertzale”»; Naiz, 27-03-2016). Le ha sobrado tiempo al señor Pello Urizar –miembro de la dirección de EA y, por consiguiente, también de las de EHB– para responder que Euskal Herria Bildu es tan de izquierdas como abertzale, ya que no se puede concebir la patria sin sus condiciones sociales, ni las políticas sociales ajenas a toda concreción en la historia y el marco geográfico de lucha de clases en que se desarrolla (por traer a colación a Karl Marx y sus críticas a Ludwig Feuerbach).
Al señor Urizar –creo– le ha faltado, sin embargo, ofrecer el ejemplo pedagógico: pocos días antes de las declaraciones del representante del PNV, esta organización se quejaba ante la prensa del recurso de la Abogacía del Estado ante el TSJPV destinado a rechazar las 35 horas semanales, se hablaba del «hartazgo» de Lakua por los recursos del Gobierno Español (Naiz, 20-03-2016), noticia que daba pie al artículo de Iñaki Iriondo titulado: “¿Se aplicará el pase foral?” (Naiz, 22-03-2016). La postura general de la IA –y, en este caso, de EHB– parecía nítida: la independencia de Euskal Herria deja de ser una reclamación abstracta para centrarse en lo que «verdaderamente preocupa a sus ciudadanos» –frase tan manida por otras fuerzas políticas, como el PSE-EE-PSOE, PP, Ciudadanos, UPyD y otras. EHB, según parece, vincula la liberación nacional a la social, de manera que no sean instancias ajenas a sus propias estructuras quienes puedan decidir sobre lo que aquí ocurre: sin independencia no puede haber una verdadera acción legislativa y judicial contrapuesta a las de los Estados Español y Francés.
Casos diferentes son los del PNV, Podemos e IU, fuerzas que propugnan crear nuevos lazos de colaboración con dichos Estados. En esta cuestión estriba la pertinencia del título del artículo mencionado de Iñaki Iriondo: ¿Qué van a hacer el PNV, o Podemos, o IU, para enmendar la situación? Si hacemos caso al proyecto más ambicioso presentado por el primero, el denominado Plan Ibarretxe, la solución parece clara: presentar un recurso ante un poder judicial que, en definitiva, vuelve a recaer en un Tribunal ajeno a nuestro sentir. Así pues, la pregunta del señor Ortuzar le vuelve como el boomerang: ¿es el PNV más de derechas o más abertzale?
Si tenemos en cuenta que se puede ser de derechas sin optar por el derecho a decidir, algo que no ocurre con las izquierdas (no se puede ser de izquierdas sin respetar tal derecho, por mucho que algunos digan lo contrario), y si tenemos en cuenta que el PNV ha buscado la alianza con el PSE-EE en la CAV, aún sin necesitarla; y la correspondiente con la derecha francesa en Iparralde en detrimento de la otra posibilidad: aupar las candidaturas abertzales, queda claro que es el PNV-PNB quien debería contestarse a sí mismo. ¿Es el PNV abertzale? ¿O es de derechas?
No estaría de más que EHB hiciera una interpelación parlamentaria al respecto a fin de clarificar las posiciones del propio partido Jeltzale, de Podemos y de IU.