Manu Ballesteros

Justicia ciega y valiente

Tenemos que aprender a equiparar entre los delitos de robar, hurtar y defraudar impuestos.

Que caiga todo el peso que sea procedente en los delitos de robos o hurtos de móviles, carteras... pero que se sancione con la misma intensidad a los grandes defraudadores de impuestos, que por su delito provoca una falta de fondos, por la que se dejan de construir Colegios, Hospitales, Centros de Salud, Bibliotecas... así como el mantenimiento de carreteras e infraestructuras en general.

Los unos quitan y dañan individualmente y los otros lo hacen a la colectividad, y como no hay una persona física afectada parece que fuese una fechoría menor, pero sin embargo si te pones a hacer números resulta colosal la diferencia resultante. A la que hay que enfrentarse con más valor (algo que escasea) que el que se escenifica con la delincuencia menor, que tiene toda la atención, el morbo y la desproporción mediática diaria.

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