Desde el 5 abril, en los tres territorios de la CAPV estamos inmersos en la campaña electoral para elegir quienes van a ocupar durante los próximos 4 años el Parlamento autonómico.

Bien, pues observando las últimas encuestas y los resultados de las últimas elecciones en estos territorios, algunos piensan que las cartas ya están repartidas. Dentro de esos, la mayoría suponen ya que Bizkaia seguirá condenada a una arrolladora victoria jeltzale, pero yo no me resigno y creo firmemente en seguir presentando batalla.

Si ponemos el foco en este herrialde y en el candidato seleccionado por los jeltzales, tengo la sensación de que hay un mensaje claro que puede calar. Imanol Pradales no es un desconocido y no empieza desde cero en la gestión política. Estamos hablando de un candidato que ha impuesto proyectos de nulo interes social y con una gran contestación por toda Bizkaia, podríamos seleccionar algunos como la construcción de la Super Sur (y su posterior ampliación), el futuro subfluvial por debajo de la ría, y la joya de la corona de los despropósitos que ya ha anunciado como irreversible dentro su programa de campaña, la ampliación del Guggenheim en la reserva de Urdabai.

Todos ellos son proyectos que, de forma activa, ha apadrinado el candidato a lehendakari del PNV y que demuestran a las claras que a este candidato la inversión en políticas sociales, en tejido productivo o en políticas estratégicas no le generan ningún interés, que su prioridad son siempre las grandes obras faraónicas y que tampoco dudará en imponer cualquier proyecto por encima de los intereses públicos cuesten lo que cuesten. ¿Dónde está la limitación en el gasto y la prudencia que exigen para otras inversiones?

Entiendo que durante la campaña se debe explicar al pueblo lo que se quiere hacer y defender el programa de gobierno que ofrece cada partido, pero también es conveniente aclarar qué ofrecen otros partidos desde nuestras posiciones y por qué somos diferentes. Eso no creo que sea enfangar nada, es simplemente desenmascarar al otro y contraponer intereses de unos y otros.