Manu Ballesteros

La extrema derecha no es una broma

La extrema derecha no es una broma, nos la teníamos que tomar en serio, y sino mirar lo que está pasando en EEUU, en Italia… Es un monstruo que se dejo crecer haya por los años 30 del pasado siglo, dejando que las urnas llevaran a Hitler al poder, y después todo el mundo civilizado quiso atentar sobre su vida y sobre su ideario canalla y asesino. Y porque no antes de tener que tomar acciones tan contundentes como la eliminación física de una persona, no se toma una decisión menos drástica, que es la de no darle publicidad e ilegalizar su ideario excluyente y que despierta las más bajas pasiones en las personas más despreciables e inhumanas de la sociedad, con las que hay que convivir por desgracia pero que no pueden tener de los mismos derechos de libertad de expresión y exposición que el resto de las personas humanas.

Le veo una similitud con los maltratadores y asesinos que después se suicidan, porque no lo hacen antes y nos ahorran tanto sufrimiento y desesperación.

Ya vale de buenismos, de «que aquí cabemos todos». De eso nada, la gente miserable que tiene un ideario, racista, xenófobo, aporofóbico…, y que lo vociferan sin complejos, tiene que ser excluido de toda clase de relevancia, porque sino a la larga nos pesará y será demasiado tarde. Hay que posicionarse, no se les puede dejar campar a sus anchas, y decirles a las claras que sobran en una sociedad normal e imperfecta como la nuestra, porque lo de ellos y ellas es una anomalía psíquica que no se puede dejar ni que crezca ni que se reproduzca.

Y los medios de comunicación que se hacen eco de sus ideas y pensamientos para después criticarlos, tendrían que dejar de hacerlo e ignorarlos, porque les oxigenan sin pretenderlos.

Buscar