Pedro Mari Usandizaga Añorga | Ondarroa

La historia del PP tiene muchas películas

Esta es una de ellas: «Pablo Casado se desmarca de Esperanza Aguirre y traza una línea roja con el pasado del PP». Comprendo que la imputación de la expresidenta de la Comunidad de Madrid por siete delitos de corrupción no invita a reivindicar viejas amistades. Ahora en Génova nos quieren hacernos creer que el presente y el pasado no tienen nada que ver. Pablo Casado fue apadrinado por Aguirre desde su carrera política («querida y admirada exjefa»). Así llegó a presidir las Nuevas Generaciones de Madrid. Sigo que hace pocos meses Casado aún elogió la gestión de Esperanza Aguirre. En Enero se presentaron dos candidatos por Madrid. Entonces que Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso eran «dos pata negra» defendiendo las «ideas de siempre» del Partido Popular. Resulta que la presidenta de la Comunidad de Madrid –elegida por Casado porque era savia nueva– declaró por aquel entonces que sentía «mucha admiración» por Aguirre y Cifuentes, hoy imputadas. El juez considera que Aguirre es la que ideó la trama para desviar el dinero para las campañas electorales del Partido Popular. La justicia dirá si es cierto o no. Ya nadie a estas alturas no supiera nada de lo que hacían los subordinados.

Los imputados en esta causa formaban parte de su círculo político más íntimo. No es posible tanta ceguera ante tamaña traición. Aguirre tendrá que esmerarse algo más en octubre, cuando comparezca ante el juez. Les llegó la hora.

Salud y República.

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