Algo muy «fuerte» se debe haber «movido», para que los que dicen llamarse partidos de izquierda, se pongan de acuerdo o preacuerdo (el tiempo lo dirá) para la conformación de un gobierno «progresista» en el conjunto del Estado.

Después de la nueva llamada a las urnas, ante la incapacidad y yo diría hasta soberbia, de los que podían haber formado gobierno y ahorrarnos todos estos meses de incertidumbre con un gobierno en funciones, parece que la cordura y alguna que otra lección de humildad se van viendo.

Quizás tenga mucho que ver, que parte de sus votantes estén ya más que hartos, de los continuos vaivanes de «lideres» que no den la talla y que estén mas pendientes de datos y encuestas, que de los problemas reales de la gente.

Y que decir de esa ultraderecha que ya campa sus anchas, enseñando todas sus «armas» que ha doblado sus votos (nos preguntaremos el porqué).

Tal vez nuestros políticos y gobernantes (tan rodeados ellos de gurús y asesores) desconozcan que en todas o casi todas las facetas de la vida, viene bien de vez y mucho en cuando( si quieren aspirar como ellos, a gobernar pueblos y naciones) aprender que la humildad debería ser de manual a la hora de dialogar, e intentar al menos ponerse de acuerdo. Bienvenida pues esperemos, esta lección de humildad no nos decepcionen.