Salvador Muerza Esparza

Los nuevos jinetes del apocalipsis o la cabra capitalista siempre tira al monte

Si Vos, amable lector, tiene la desgracia de caer en garras del ASNEF (Registro de Morosos) ármese de la santa paciencia del santo Job. Han de pasar varias décadas hasta que su nombre sea borrado de la «lista negra» y de los «ficheros» de las entidades bancarias (es mejor que le apliquen a uno la derogada ley de Vagos y Maleantes). Y todo porque el camino de “sangre, sudor y lágrimas” que le obligan a recorrer es de lo más humillante y penoso. Hasta tal punto llega la tortura , que  le obligan a contactar con el Registro de Morosos a través de una LÍNEA 808, propia de las urgencias de la entrepierna.

Decíamos que si Vos figura registrado en el ASNEF, acuérdese de los antepasados de sus señorías legisladoras, nacidas de las urnas democráticas, porque se niegan a cambiar leyes del régimen Franquista que menoscaben «privilegios» y prebendas de la «casta» dominante.

El ilustre patriarca de las letras españolas Francisco de Quevedo dejó escrito: «Poderoso Caballero es Don Dinero» y el poeta romántico J.A. Bécquer puntualizó: «Amada mía, un poema sólo vale si está escrito al dorso de un billete de Banco».

Dicha Ley del ya lejano 1957 amplió y «amejoró» el imperio depredador de los Bancos y de las Grandes Corporaciones Empresariales –léase  empresas de telefonía, petroleras, gasísticas, eléctricas, etc., auténticos monopolios o oligopolios que acaparan, distorsionan y estrangulan la vida económica de los ciudadanos haciendo caso omiso de la voluntad mayoritaria de la clase media y trabajadora, auténtico y firme sostén del latido del Pueblo.

Las entidades bancarias y financieras de este país, llamado de momento España invertebrada, y otras corporaciones de la rapiña y de la infamia han blindado su omnívoro, avaricioso e insaciable apetito al amparo de la citada ley. Pasan ampliamente de juzgados y tribunales para  dirimir las diferencias con la ciudadanía como tienen obligación, conditio sine qua non, el resto de los mortales e incluso se permiten el lujo de acudir a métodos torticeros y mafiosos, «escrache» financiero para doblegar impunemente a los «rebeldes» del «Sistema»

No nos dejemos obnubilar con «cortinas de humo» de Valles de los Caídos, elecciones anticipadas, copas de su Majestad, autonomías sediciosas y parecidas bagatelas. Y que cada una/o seamos ciudadanos libres para expresarnos y llevar a buen puerto nuestras legítimas aspiraciones como personas responsables si realmente queremos «subvertir» este «estado de cosas» porque un «Mundo Mejor Es Posible»

Y por último recordar los inmortales versos del ya citado Quevedo: «No he de callar por más que con el dedo, ya la frente o la boca, silencio avises o amenaces miedo».

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