Emilio Azueta Diaz

Los y las que no podemos ser de Adostuz

Adostuz es una asociación de profesorado jubilado voluntariamente al cumplir 60 (la mayoría), 61… años.

Lo han podido hacer al ser funcionarios adscritos a Muface, régimen de clases pasivas al que pertenece el funcionariado de prácticamente todo el Estado.

Adostuz reclama un (jugoso) incentivo económico que la administración Vasca vino dando hasta 2012 al profesorado para «estimular» su jubilación al cumplir los 60 y así acelerar la renovación generacional.

No entro en juicio alguno sobre dicha reclamación; tan solo diré que ellos y ellas sí pueden estar día tras día manifestándose ya que, como digo, jubilados están y tiempo libre tienen, pues, para ello.

El motivo de esta carta no es otro que tratar de poner a la opinión pública en el conocimiento de la grave injusticia que está ocurriendo mientras tanto. Y digo la opinión pública puesto que tanto los partidos políticos (que en mayoría vienen apoyando a Adostuz en sus iniciativas parlamentarias) como los sindicatos de sobra la conocen, aunque no hagan nada para solucionarla.

¿Cuál es dicha grave injusticia?

Quienes  hemos obtenido la condición de funcionario en Educación en la CAV a partir de 1993 no podemos ser de Muface. Por lo tanto tampoco podemos beneficiarnos de la posibilidad de jubilación a los 60, ni a los 61, ni a los 62… Eso sí, entre tanto, curso tras curso, compañeros y compañeras nuestros, de Muface, siguen jubilándose o pueden hacerlo (sin el incentivo hay a quien le «escuece» más) a los 60. Dos, tres, cuatro, cinco… cada curso en cada centro educativo. Nuevos posibles miembros de Adostuz al día siguiente.

Entre tanto, los demás, con 60, 61, 62,… en los centros nos quedamos, trabajando, la mayoría con grupos de 25 niños y niñas, adolescentes… siempre jóvenes y briosos. No sigo.

Como estamos trabajando no podemos estar cada día manifestándonos frente al Parlamento.

Como a nuestro sindicato, aunque lo saben, les parece dar igual tampoco nos proponen movilizaciones para sacar nuestro problema a la calle.

Como en nuestro trabajo estamos repartidos de dos en dos, tres en tres… a lo largo y ancho de las tres provincias en cientos de centros educativos nos es tremendamente difícil, casi imposible, organizarnos.

Los y las que no podemos ser de Adostuz debemos ser, pese nuestras tres década largas de veteranía en las aulas, profesorado de segunda, con menos derechos. Y parece dar igual.

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