Jose León Maiza

Altsasu, el odio… y el hartazgo

Si esta carta sale a la luz me gustaría mostrar como vecino de Altsasu, ¡y orgulloso de serlo!, mi hartazgo. ¡Hartazgo! por la situación en la que por una pelea ya de todos conocida nos han puesto en el mapa y desde Cádiz hasta Irún no se habla de otra cosa. Estoy harto! De difamaciones, de calumnias de políticos y periodistas. Estoy harto! de escuchar todos los días versiones ultrasesgadas de políticos y periodistas que dicen de todo menos la verdad. Harto de que se nos haya puesto en el punto de mira y disparo de problemas que los políticos no pueden o no quieren solucionar y de que han utilizado como chivo espiatorio a Altsasu. Harto de ver como se habla de otros pueblos por el ¡Oohh!, rodaje de Juego de Tronos mientras de Altsasu, ¡Aajh!, ¡se habla como de un Mordor en el que hasta se les arranca la cabeza a los orcos!

Harto de ver, tras la salida de un homenaje en el centro Iortia, lleno hasta los topes de altsasuarras, a la memoria del humanista y hombre de paz, Don Marino Ayerra, que en plena guerra dio justicia e inestimable ayuda a los vecinos, como en la tele en vez de ver un comentario sobre ese acto veo debates sobre el odio que hay en mi pueblo.

Estoy harto de leer en prensa «líneas de la vergüenza» llenas de mentiras sobre nuestra convivencia, escritas por periodistas que no han pisado el pueblo ni nos conocen y que lo único que demuestran es que han cruzado la línea de la vergüenza de su profesión con mentiras partidistas para vilipendiar a un pueblo normal con una vida normal. Harto de ministros, que con continuas muestras de odio hacia el pueblo que dicen dirigir, y con cara de no representar bondad precisamente, habla de delitos de odio. Y puestos aquí diré que yo, como vecino de Altsasu, en este momento siento rabia y odio. Odio hacia este montón de mierda que se nos ha echado encima sin ningún motivo más que el de ponerle escenario a su odio y los problemas que en gran parte han creado por su incapacidad, sus ansias de imponer su opinión y de no solucionar temas muuuy viejos. Odio a los ultras descabezados que llaman al bar donde se produjeron los hechos, con amenazas  de muerte. Odio a toda esa publicidad y trato insultante y mezquino  hacia el pueblo. Odio por ser utilizados siempre para lo malo y de haber enfrentado a todo el mundo con nosotros.

Esta imagen que gratuitamente nos han puesto no se limpia con jabón, ¿a quién pedimos responsabilidades?

Quiero mostrar desde aquí mi admiración a todo el pueblo Altsasu que se ha mantenido estoicamente. Con nuestras diferencias o pareceres, hemos permanecido unidos aguantado el temporal. El pueblo ha demostrado más grandeza y entereza que nadie, pidiendo solamente justicia y verdad. Espero que los políticos y los periodistas dejen sus odios en casa y trabajen por mejorar nuestra vida y no complicarla, y por contar y defender la verdad. Espero que los odios que motivaron la pelea por todas las partes, sean del tipo que sean, desaparezcan. La juventud exacerba los sentidos. Espero que el odio no sesgue el futuro de nadie y que acabemos deseando para el otro lo que deseamos para nosotros mismos y se haga todo con justicia. Yo desde aquí quiero liberarme de este odio gratuito que me ha recomido y gestionarlo para dedicarme a vivir en un pueblo lleno de cosas buenas, ¡y algunas malas!, pero que cambiaremos nosotros y no los de fuera, visto lo visto, y disfrutar de un rincón del mundo precioso y lleno de vida, con nuestros montes y nuestra lluvia. ¡Gora Altsasu!

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